El esposo de la reina Isabel II ha sido noticia, no por algunas de sus frases célebres y a veces irrespetuosas, sino por haber ingresado al hospital Edward VIII
El príncipe consorte nació en el seno de una familia noble. La madre, su alteza serenísima Alicia de Battemberg, era bisnieta de la reina Victoria. El padre fue Andrés de Grecia y Dinamarca, hijo del rey Jorge I de Grecia (Pixabay)
22 de febrero de 2021 2:36 PM | Mayte Navarro (@maynav)
15 minutos. Felipe de Edimburgo, ese señor que ya ha vivido 100 años -aunque le falten 4 meses para celebrarlo-, tiene una historia nada aburrida.
Entre sus frases desfachatadas y la fama de mujeriego han transcurrido 74 años desde que se mudó al palacio de Buckingham, al lado de una mujer que ha hecho suya la profesión de reina.
El príncipe consorte nació en el seno de una familia noble. La madre, su alteza serenísima Alicia de Battemberg, era bisnieta de la reina Victoria. El padre fue Andrés de Grecia y Dinamarca, hijo del rey Jorge I de Grecia.
El acta de nacimiento señala a Corfú como el lugar donde vino al mundo el 10 de junio de 1921. Tuvo 4 hermanas cuyos matrimonios las vincularon con la nobleza alemana.
La niñez de este rubio príncipe puede calificarse de turbulenta. Siendo muy pequeño su familia huyó de Grecia, razón por la cual sus vínculos con ese país son superficiales. Francia y luego Inglaterra fueron sus destinos definitivos.
Pero todavía hay un episodio más duro que sumar a ese primer período de la vida. A su madre, la princesa Alicia, quien era sorda congénita pero que sabía leer los labios en francés, inglés y alemán, le diagnosticaron esquizofrenia. La internaron en una institución psiquiátrica y el padre se separó definitivamente de ella y se fue con su amante a Montecarlo. Allí, Andrés jugó buena parte de su fortuna, mientras tanto su hijo Felipe ingresaba a un internado y se encargaba de él su tío Louis Mountbatten.
Su amor por el mar lo llevó a ingresar en la Marina. Fue precisamente en una de esas actividades como oficial de la Real Fuerza Naval Británica que conoció a Isabel de Inglaterra, cuando ella solo era princesa.
Elegante y buenmozo, Felipe de Edimburgo conquistó a Isabel y se casaron en una boda que trajo alegría tras los horrores de la guerra. Fue la primera boda real transmitida a todo el mundo por la BBC y se realizó en la Abadía de Westminster.
Sobre su rol como padre se afirma que no ha sido el más afectivo. Considera que su única hija, la princesa Ana, es quien tiene más carácter y ha llegado a afirmar que hubiese sido una excelente reina.
En materia gastronómica, detesta las ostras. A la hora de decidirse por un trago, apuesta por un gin tonic.
Quienes hablan sobre la vida matrimonial de Isabel y Felipe, afirman que ha sido una relación que no se ha salvado de las infidelidades.
El príncipe conquistó a varias mujeres cuyos nombres aparecen en una lista que inaugura la actriz norteamericana Cobina Wright, un mes menor que el príncipe. Su madre la educó para ocupar un lugar en el cine y su primer gran papel para transitar por la fama fue haberse coronado Miss Manhattan. Del vodevil pasó al elenco de la 20 Century Fox. También participó en el Show de Bob Hope.
Conoció al príncipe Felipe en Venecia, donde vivieron un romance. Luego se vieron en Londres y posteriormente se separaron. Cobina cumplió el sueño de su padre: casarse con un buen partido, Palmer Beaudette, vinculado al mundo del automóvil. Pero el destino le hizo una trampa. Palmer falleció y su fortuna regresó a la familia de él y Cobina se alcoholizó, condición que pudo superar e incluso trabajó como voluntaria para luchar contra esa adicción. Murió en 2011 en California, Estados Unidos (EEUU).
Considerada la primera y verdadera amante del príncipe encontramos a una cabaretera, Helene Cordet, lo que revela una cierta atracción de Felipe de Edimburgo por las mujeres del espectáculo. Helena era dueña de un local de segunda categoría. La relación divulgada por un periódico francés se publicó cuando Felipe era novio de Isabel. Incluso, hay quienes afirman que en el momento de la boda, la futura reina conocía la existencia de esta mujer, que tuvo un hijo que luego él bautizó y de allí que se rumorara que era su padre.
Esa versión quedó fuera de juego al conocerse que Helene tuvo otro amante, un francés, cuando su esposo se encontraba combatiendo durante la Segunda Guerra Mundial y quien realmente era el padre de su hijo Larry Adler, lo que desmintió públicamente que el esposo de la reina Isabel fuera el progenitor.
Helene se mudó a Suiza en los años 80, donde murió en 1996. Sin lugar a dudas, fue una mujer valiente para su época, ya que no solo admitió haber tenido 2 hijos ilegítimos, sino que luego se rió de los chismes que afirmaban que habían sido engendrados por el esposo de Su Majestad Isabel II.
Otra aventura que se atribuyó a Felipe fue con una corista del West End, la actriz Pat Kirkwood, de 27 años y famosa por sus piernas bien formadas. Cuando la conoció, Isabel tenía 8 meses de embarazo de Carlos, su primer hijo.
En el libro Felipe e Isabel: Retrato de un Matrimonio se narra un episodio apasionado del príncipe Felipe de Edimburgo con Sacha, duquesa de Abercorn, aunque ella calificó la relación como una amistad donde la pasión residía en las ideas y no en lo sexual. “Fue una amistad apasionada, pero la pasión era de ideas. No fue ciertamente una relación plena. No me iba a la cama con él”, afirmó en una oportunidad.
Esta aristócrata de ascendencia rusa se casó con James Hamilton, quinto duque de Abercorn. Nació en Tucson, Arizona. De su matrimonio nacieron 2 hijos y una hija. Su hermana, Natalia, es una de las madrinas del duque de Cambridge. El esposo de Sacha era primo hermano de John, octavo conde Spencer, padre de Diana, princesa de Gales, lo que explica la cercanía con la familia real británica.
Su labor filantrópica hizo que se le reconociera con la Orden del Imperio Británico. Falleció en 2018 a los 72 años.
Otra mujer que estuvo vinculada persistentemente con el duque a lo largo de los años es Lady Penelope Brabourne. Una mujer que estudió en la Escuela de Economía de Londres. Su nombre de soltera es Penelope Meredith Mary Eastwood.
Se casó el 20 de octubre de 1979 con Norton Knatchbull (Lord Romsey), hijo y heredero de Patricia Knatchbull -segunda condesa Mountbatten de Birmania- y John Knatchbull -séptimo barón de Brabourne. El primo del novio, Carlos, Príncipe de Gales, fue el padrino de boda.
En muchas oportunidades se le ha visto con el príncipe Felipe. Sin embargo, hay que subrayar que entre ella y la pareja real existe una gran amistad.
Otra de las aventuras amorosas que se le atribuyen a Felipe de Edimburgo la tuvo en los años 70 con Susan Ferguson, madre de la duquesa de York, Sarah, exesposa de Andrés.
Según publicaciones de esos años, el esposo de Susan, Ronald Ferguson, confesó una vez a sus allegados que mientras él perdía el tiempo jugando al polo, su mujer y el príncipe practicaban otro tipo de juegos. Más tarde, la propia duquesa de York contaría como anécdota, que mientras el Castillo de Windsor se quemaba, su madre y Felipe ardían de pasión en Argentina.
Susan fue la menor de 4 hermanos pertenecientes a una familia de abolengo de Gran Bretaña. Se casó con Ronald Ferguson, de quien se divorció en 1974. Al año siguiente, contrajo nupcias con el argentino, Héctor Barrantes, y se residenció en ese país.
Tuvo 2 pasiones, el cine y el polo, incluso escribió un libro sobre ese deporte prologado por el príncipe Carlos. Falleció víctima de un accidente de tráfico en 1998 en Argentina.
Cerramos la lista de amigas de este galán, que también se ha caracterizado por sus frases que han sido catalogadas de racistas y despectivas, con Alexandra de Kent, prima de Isabel II y dama de honor de la boda.
Bautizada en la capilla de Buckingham como Alexandra Helen Elizabeth Olga Christabel Windsor, nació el 25 de diciembre de 1936, año de la abdicación de Eduardo VIII. Sus padres fueron el príncipe Jorge de Kent y la princesa Marina de Grecia y Dinamarca. Fue la primera royal en ir a un colegio.
El deporte de vela acercó a Felipe y Alexandra, una relación tabú, que llegó a oídos de la reina Isabel II, quien prefirió ignorarlo. Esta historia no ha podido ser del todo confirmada. Hay que aclarar que la duquesa siempre trabajó por la corona británica.
Alexandra se casó en la Abadía de Westminster con Angus James Bruce Ogilvy y enviudó en 2004.
Hay una frase que se le atribuye a la reina Isabel II que resume los vínculos con su esposo, Felipe de Edimburgo: "No sé si ha sido fiel, pero si ha sido leal".
El príncipe se encuentra "bien" tras pasar su sexta noche en el hospital, según informó su nieto, el príncipe Guillermo, duque de Cambridge, señaló la agencia DPA. Aunque no se ha hecho pública la razón exacta por la que fue internado, se sabe que su condición no está relacionada con la COVID-19.
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