Últimas 15minutos

Las lenguas de señas y su lucha por el reconocimiento

Son sistemas de comunicación viso-gestual que generan fructíferos debates académicos

La mayoría de las palabras pueden expresarse con alguna lengua de señas (Niek Verlaan/Pixabay)

15 minutos. El Día Internacional de las Lenguas de Señas es celebrado cada 23 de septiembre para promover el crecimiento pleno y armónico de quienes presentan discapacidades auditivas, concienciando sobre este “sistema simbólico de comunicación básica” que tiene más de 200 variantes.

Tal fecha se estableció en honor a la Federación Mundial de Sordos (WDF).

Fuente: Organización de las Naciones Unidas

En 2019, había 466 millones de personas con problemas auditivos discapacitantes, según la Organización Mundial de la Salud. Todas diferentes y con bagajes individuales y colectivos propios.

Muchos factores condicionan el modo en que estas dificultades se manifiestan, por ejemplo: a qué edad se adquirió la sordera, el grado de pérdida auditiva, el lugar de la lesión y cuándo fue diagnosticada.

Además, hay características familiares y sociales que influyen, de acuerdo con un informe situacional elaborado en 2013 por el Gobierno español.

Reconocimiento legal de las lenguas de señas

Las lenguas de señas se encuentran amparadas por la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad, toda vez que sus Estados parte (182) asumieron el compromiso de reconocerlas, aceptarlas y promover su utilización.

Uganda marcó una pauta al convertirse en el primer país del mundo que reconoció legalmente su lengua de señas nacional (1995). Desde el continente africano le acompañan hoy Kenia, Sudáfrica y Zimbabue.

Cerca de 50 países fueron dotando a sus respectivas lenguas de señas con un estatus equivalente al que tenían los idiomas de carácter oficial. Sin embargo, están todavía lejos de constituir si quiera el 25 % de las Naciones Unidas.

Las lenguas de señas han sido legalmente reconocidas por al menos 26 países europeos, 2 asiáticos, 6 latinoamericanos, 1 norteamericano, 4 africanos y 3 oceánicos.

Dicho grupo, reseñado por los investigadores Joseph Murray y Kaj Kraus (2017), cuenta con otros 2 integrantes, Grecia e Irlanda, según la secretaria administrativa de la WDF, Phillipa Sandholm, consultada por 15 minutos.

Al igual que otros inventos, dichos sistemas debieron pasar una etapa de conceptualización; en este caso, llena de altibajos y versiones encontradas.

Características lingüísticas de algunas variantes nacionales

Durante el proceso hubo debates acalorados, en parte porque todas las lenguas “han sido estudiadas desde diferentes ámbitos (sociología, psicología, medicina)” y enfoques, que varían a su vez, pues las corrientes de cada disciplina presentan matices, según datos publicados por las autoridades gubernamentales españolas.

A diferencia de las lenguas orales, de carácter vocal-auditivo, están basadas en un medio físico distinto (viso-manual). El Informe La lengua de signos en España hoy (2013) señala que son “arbitrarias”, pues no existe “una relación directa” entre sus elementos “y la realidad a la que se refieren”.

De acuerdo con este documento, que le encargaron al Centro de Normalización Lingüística de la Lengua de Signos Española, las personas inexpertas pueden interpretar correctamente una cantidad minoritaria de signos, en particular cuantos reflejan propiedades exteriores. Sin embargo, en este lenguaje resulta complicado predecir lo que sus elementos significan “atendiendo directa y estrictamente a su forma” (carácter icónico).

Numerosos estudios, reseñados por el Gobierno de España, evidencian cierto desplazamiento. Es decir, que estos sistemas sirven para referirse “al pasado, presente y futuro”, o “desarrollar ideas y conceptos abstractos”.

Tienen unidades discretas, entendiéndose por tales “un conjunto reducido de elementos que contrastan claramente entre sí”.

Según el Gobierno de España, en nuestros idiomas se articulan palabras (componentes fonológicos), superponiendo otras entidades expresivas (tono, duración, intensidad). Y las lenguas de señas son muy similares. Concatenaciones formadas por signos (elementos manuales), indisolublemente unidos a otros elementos de carácter no manual: expresiones faciales (donde intervienen los ojos, la nariz, las mejillas, la lengua) y posturales (mediante la cabeza, los hombros, etcétera).

Albergan posibilidades productivas, reflexivas y de prevaricación. La frase anterior puede resumirse de forma rasante en dos ideas motrices. La primera es que ponen a nuestro alcance “una capacidad infinita para entender, crear y expresar significados mediante elementos conocidos” (Hualde et al, 2003). La segunda, que podemos valernos de ellas para mencionarlas (reflexividad) y mentir (prevaricación).

Características no lingüísticas de la variante internacional

La Federación Mundial de Sordos explica que el sistema internacional de señas es una variante "mixta" y pidgin; es decir, que está basada en “otras lenguas”. Además, es menos complejo.

A pesar de sus limitaciones léxicas, tiene una convencionalidad suficiente, pero más baja que las lenguas de señas nacionales. Este “código híbrido es objeto de improvisación en diversos tiempos y circunstancias”, apuntalan.

Por lo que la WFD, fuente de los datos anteriores, concluyó que la Lengua de Señas Internacional “resulta demasiado variable e imprevisible para llamarse ‘lenguaje’ en el sentido convencional del término”.

No obstante, apartando las disquisiciones académicas, entre el 80 y el 95 por ciento de la información oral puede ser transmitida con éxito gracias a ellas, aunque hicieran falta casi treinta años de investigación para lograrlo, según la WDF.

En línea con el párrafo anterior, Valdés y Martín (2020), investigadores adscritos a la Universidad de Oviedo (España), concluyeron que todos los términos pertenecientes a las lenguas orales pueden comunicarse mediante “una lengua de modalidad viso-gestual”.

Apuntes históricos de las lenguas de señas

Llegar a este punto supuso un largo proceso de evolución histórica, cuyas primeras manifestaciones pueden remontarse unos 400 años en el pasado o incluso más.

España reúne antecedentes bastante significativos. En el siglo XVI, los monjes católicos, inmersos en un silencio riguroso, expresaban sus ideas mediante gestos manuales. Así, por ejemplo, los benedictinos llegaron a confeccionar “signos para las cosas de mayor importancia”.

Según la Ley 27/2007, sancionada el 23 de octubre, que reconoció las lenguas de señas españolas, Fray Pedro Ponce de León “comprendió que era posible expresar el razonamiento sin habla, pues él mismo lo hacía por medio de signos monásticos". Incluso llegó a utilizar este sistema expresivo gestual con los niños sordos.

Los expertos reunidos en la XXI Conferencia Internacional de Educación de Sordos, celebrada en Milán (1880), vetaron el uso pedagógico de estos sistemas. Una medida, profundamente deplorada por la WDF, que tuvo “amplias y perdurables consecuencias”.

Importancia de las lenguas de señas

Pero, al fin y al cabo, ¿dónde radica la importancia de herramientas como estas? “Adquirir un lenguaje a temprana edad es crucial para desarrollar destrezas cognitivas en los niños y alfabetizarles”, según la Federación Mundial de Sordos. Además, tienen la virtud de posibilitar el acceso al conocimiento, vertebrando toda clase de relaciones.

Son muchas las personas que, a lo largo de la historia y sorteando sus vaivenes, hicieron aportes significativos. Baste un ejemplo, las dificultades no impidieron que Helen Keller se convirtiera en la primera persona sordociega que obtuvo una titulación de estudios superiores.

Y es que estos sistemas ofrecen mayores niveles de expresividad e independencia. Han sido reconocidos por el Derecho Internacional como mecanismos indispensables para que las personas con discapacidad auditiva puedan ejercer sus derechos y cumplir sus deberes, asumiendo roles activos en la sociedad de la que forman parte.

Más Vistas

Ver más

Especiales






Los claroscuros del sexo: qué sucede cuando tenemos y dejamos de tener actividad sexual


En la intimidad todo se vale… mientras haya consenso. La búsqueda del placer está libre de recetarios, y aquí te ayudamos a entenderla especialmente este 14 de febrero, Día de San Valentín






VER MÁS

Más Compartidas