Aunque al principio de la pandemia el mismo mandatario norteamericano no le dio la debida importancia, el Gobierno de EEUU ahora sí está interesado en saber de dónde provino el novel coronavirus
Algunos instan a la Administración Trump a investigar el coronavirus en el Congreso de EEUU (Fernando Zhiminaicela/Pixabay)
16 de abril de 2020 12:30 PM | Vanessa Ortiz Piñango
15 minutos. En tiempos de posverdad y noticias falsas, era de esperarse que el nuevo coronavirus, oficialmente llamado SARS-CoV-2, también estuviese rodeado de curiosidad, escepticismo y, por supuesto, teorías de conspiración. La pregunta que hasta ahora nadie puede responder con seguridad absoluta es la siguiente: ¿Se originó en un animal silvestre de manera natural o se trata de un invento de laboratorio?
Las dudas acerca del origen del nuevo coronavirus volvieron a la palestra pública esta semana. El pasado martes, el diario estadounidense, The Washington Post, publicó un artículo en el que asegura que el Gobierno de Estados Unidos (EEUU) estaba al tanto en 2018 de las inapropiadas medidas de bioseguridad empleadas por el Instituto de Virología de Wuhan, China, que en ese entonces ya realizaban investigaciones sobre coronavirus en murciélagos. Se trata de la misma ciudad donde se detectó por primera vez el SARS-CoV-2 en diciembre de 2019. Pero no lo hacían con fines bélicos (para cear un arma biológica, por ejemplo). Lo hacían para competir con su rival de Occidente y hacer ver que estaban a la par de EEUU en materia biotecnológica.
Al día siguiente de ese reporte y aprovechando la conferencia de prensa diaria en la Casa Blanca, un reportero de Fox News buscó la opinión del presidente, Donald Trump. "Cada vez escuchamos más la historia (...). Estamos haciendo un examen muy completo de esta horrible situación", señaló el mandatario.
Por su parte, Mike Pompeo, secretario de Estado de EEUU, declaró a The Story que estaban trabajando "diligentemente" para dilucidar el origen exacto del coronavirus causante de la enfermedad COVID-19.
Asimismo, reconoció que el Gobierno estadounidense conocía la existencia del laboratorio de Wuhan. "Contenía materiales altamente contagiosos, lo sabíamos. Sabíamos que estaban trabajando en este programa. En países que son abiertos y transparentes, tienen la capacidad de controlarlos y mantenerlos a salvo. Y permiten que observadores externos entren para asegurarse de que todos los procesos y procedimientos sean correctos. Solo deseo que eso haya sucedido en este lugar ", dijo Pompeo a The Story.
¿Qué dice China de estas acusaciones? El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, aseguró este jueves que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) había afirmado que no existen evidencias que demuestren que el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 se produjo en un laboratorio.
Aunque al principio de la pandemia el mismo mandatario norteamericano no le dio la debida importancia, el Gobierno de EEUU ahora sí está interesado en saber de dónde provino el novel coronavirus. Lo expresaron en esa línea Trump (que suspendió los fondos de EEUU a la OMS, acusándola de "chinocéntrica), Pompeo y otros funcionarios de su tren Ejecutivo. Tal es el caso del representante republicano de Florida, Brian Mast, quien insinuó que este asunto debía estar bajo investigación del Congreso.
"Obviamente, China quiere ser el jugador global más grande. No lo dejaría pasar. Estas son cosas que deberíamos estar investigando ahora en Washington en, digamos, el Comité de Asuntos Exteriores", afirmó Mast durante el programa Fox & Friends.
Del otro lado de la acera se ubica el senador por Connecticut, Chris Murphy, quien acusó a Trump de la propagación del virus en EEUU, defendiendo a China y a la OMS.
"La razón por la que estamos en la crisis que estamos hoy no es por algo que hizo China, no es por algo que hizo la OMS. Es por lo que hizo este presidente", señaló Murphy en Anderson Cooper 360 de CNN. A su juicio, el presidente de EEUU "no tomó en serio este virus. No podríamos mantener todos los casos fuera de los Estados Unidos, pero no tuvimos que morir decenas de miles de personas".
Aunque se desconoce la fuente precisa del SARS-CoV-2, la mayoría de los expertos creen que se originó de un animal silvestre, como de hecho ha ocurrido en el pasado con otros coronavirus. Los murciélagos son el principal sospechoso, pero según Fox News, el problema con esta hipótesis es que el mercado de Wuhan, en el que supuestamente comenzó todo, jamás vendió murciélagos vivos. De hecho, el "paciente cero" posiblemente fue un empleado del laboratorio que se infectó accidentalmente mientras hacía pruebas con el virus.
Sin embargo, según una reciente investigación china, los pangolines sí son portadores de coronavirus estrechamente relacionados con el novel coronavirus. Pero el estudio no determinó que estos animales fuesen los responsables directos de haber transmitido el virus a los humanos.
Más allá de dirigentes políticos, ¿hay evidencia científica que sustente la posibilidad de que el SARS-CoV-2 sea producto del ingenio humano dentro de un laboratorio?
Por lo pronto, no se ha confirmado esa teoría.
En marzo de este año, la revista estadounidense Nature Medicine publicó un artículo en el que no solo analiza esa opción, sino que la refuta.
"Nuestros análisis muestran claramente que el SARS-CoV-2 no es una construcción de laboratorio o un virus manipulado a propósito". Así lo dijeron los autores del estudio tras el análisis comparativo de datos genómicos.
De acuerdo con los especialistas del trabajo, las características genómicas allí descritas "pueden explicar en parte la infecciosidad y la transmisibilidad del SARS-CoV-2 en humanos. Aunque la evidencia muestra que el SARS-CoV-2 no es un virus manipulado a propósito, actualmente es imposible probar o refutar las otras teorías de su origen". Además, concluyen que "no creemos que ningún tipo de escenario de laboratorio sea plausible".
Asimismo, señalan la importancia de conocer el origen de agentes patógenos responsables de pandemias como la actual.
"La comprensión detallada de cómo un virus animal saltó los límites de las especies para infectar a los humanos de manera productiva ayudará a prevenir futuros eventos zoonóticos", afirman los científicos en la revista.
Según los autores, si el SARS-CoV-2 se preadapta en otra especie animal, se corre el riesgo de futuros eventos de reaparición.
Luego de las revelaciones hechas por el periódico The Washington Post, posiblemente nuevos experimentos de laboratorio tratarán de desmentir o comprobar la veracidad del origen sintético de SARS-CoV-2.
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