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¿Cumplió las expectativas? El primer debate entre Trump y Biden según los analistas

Frente a un moderador en ocasiones incapaz de contener la escalada dialéctica, Chris Wallace, los aspirantes protagonizaron hora y media de tensión e interrupciones

15 minutos. El primer debate entre los 2 principales candidatos a la Casa Blanca no pasará a la historia por su profundidad ni por los mensajes políticos que se plantearon en él, según la opinión de los analistas. En cambio, sí lo hará por la más que evidente pugna entre un presidente, Donald Trump, cómodo entre descalificaciones y medias verdades; y un aspirante, Joe Biden, esforzándose por aguantar los envites de un adversario al que llegó a llamar "payaso".

Biden llegó al primer cara a cara televisado como el favorito en las encuestas, el último representante de una estirpe política que ya no es caballo ganador en la América de Trump. El presidente, por su parte, prometió seguir fiel a su estilo bronco, el mismo que hace 4 años le dio contra pronóstico un Despacho Oval que ahora aspira a mantener.

Frente a un moderador en ocasiones incapaz de contener la escalada dialéctica, Chris Wallace, los aspirantes protagonizaron hora y media de tensión e interrupciones. De poco sirvieron los esfuerzos de Wallace por reconducir el debate hacia temas de actualidad, como la pandemia de coronavirus, la situación del sistema sanitario, la renovación del Tribunal Supremo o el cambio climático.

Frustración de Biden

El presidente del Hispanic Council, Daniel Ureña, aseguró en su análisis que Biden, sobre el que ya no se tenían grandes expectativas antes del debate, estuvo "seguro y titubeante". La frustración de la antigua mano derecha de Barack Obama se hizo evidente cuando instó a Trump a callarse, y entró en descalificaciones como "payaso" -en dos ocasiones-, "racista" y "mentiroso".

"Biden es un político de la vieja escuela al que no favorece un clima de tensión como el que vimos anoche. A diferencia de su rival, que sí se mueve como pez en el agua en la confrontación", dijo Ureña. "La base electoral de Trump, que ha sido muy fiel desde el inicio de su mandato, estará satisfecha del resultado de este primer cara a cara".

No en vano, uno de los momentos de mayor tensión llegó cuando Trump atacó los negocios en el extranjero del hijo de Biden, Hunter. El candidato demócrata suspiró y defendió a su hijo, no solo a nivel empresarial sino personal. Se mostró orgulloso de que hubiese podido superar su adicción a las drogas.

La familia, tradicional tema tabú en este tipo de confrontaciones dialécticas, también entró en juego. Biden acusó a Trump de manchar la imagen de miembros de las Fuerzas Armadas como su difunto hijo Beau. Este falleció por un cáncer en mayo de 2015.

Concluida la cita, y a falta de ver cómo afectan a las encuestas, un primer sondeo publicado al término del debate por la cadena CBS sitúa como ganador al aspirante del Partido Demócrata. Un 48 % de las 1.039 personas entrevistadas creen que Biden venció, frente al 41 % que dan por triunfador a Trump.

Trump no ganó claramente

En lo que sí coinciden la mayoría, en concreto un 83 %, es que el tono del debate fue negativo, algo que comparten votantes a uno y otro lado del espectro político. Además, el 69 % declaran que se sintieron "enfadados" viendo a los candidatos en televisión. Es decir, ampliamente por encima de quienes se consideraron entretenidos, pesimistas o informados.

La campaña de Trump no ocultó su satisfacción tras el debate. Considera que el primer encuentro televisado sirvió para demostrar que el presidente está "al mando" y Biden es "débil". Es una de las aseveraciones que el magnate neoyorquino ha venido manteniendo durante estos últimos meses para criticar la capacidad de su rival. Trump incluso había propuesto que Biden se sometiese a un test de drogas para verificar que no tomaba ningún estimulante.

Otro de los analistas, el estratega republicano Michael Steel, sostuvo que "Trump necesitaba una victoria clara y no la obtuvo" en este esperado primer debate, organizado por la Universidad Case Western Reserve y la Clínica Cleveland, según The New York Times.

El principal objetivo del Partido Demócrata para los próximos comicios pasa por convencer a una mayoría de la ciudadanía de que, ideologías aparte, Estados Unidos (EEUU) no se puede permitir 4 años más de Trump en la Casa Blanca.

Biden parte con la ventaja de ser el favorito en las encuestas, pero con el handicap de las dudas que aún genera en estados clave. Además, de los precedentes de 2016, cuando la entonces candidata demócrata, Hillary Clinton, se impuso en número de votos a nivel nacional pero no en el reparto de compromisarios para el Colegio Electoral, el órgano que termina eligiendo al presidente.

Tampoco ayuda a sus aspiraciones políticas que en estos meses no haya sido capaz de generar una ilusión capaz de atraer a nuevos votantes. Es una debilidad que la campaña de Biden intenta paliar con la propuesta de la senadora, Kamala Harris -mujer, afroamericana y de 55 años- como candidata a la vicepresidencia.

Próximos debates

Pasado el primer duelo, Trump y Biden se citaron el 15 y 22 de octubre para otros 2 debates; quedaría un tercero entre los 2 aspirantes a la vicepresidencia. No obstante, algunos medios llegaron a poner en duda que llegasen a celebrarse por el tono mantenido la pasada noche. "Sí, vamos a los debates", aclaró una portavoz de la campaña de Biden ante los periodistas, según The Hill.

Diferente a la portavoz es la opinión de Aaron Kall, director de debates de la Universidad de Michigan. "Este se considerará el peor debate presidencial de la historia, y pone en duda la viabilidad de los 2 próximos debates". Así comentó Kall siguiendo un hilo parecido a los otros analistas que cuestionaron la elocuencia y profundidad del primer debate presidencial.

Ni Biden ni Trump ganaron claramente la pelea, según Kall. Sin embargo, Biden fue el más cercano a la victoria porque lleva ventaja en algunos estados clave. Ahora podrá "mantenerla".

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