Este lunes, la OMS anunció que las vacunas chinas desarrolladas por los laboratorios Sinovac y Sinopharm, basadas en virus inactivados, necesitan ser administradas en 3 inyecciones
La Agencia Europea de Medicamentos también indicó este mes que la vacuna de refuerzo de Pfizer es "segura y eficaz" (EFE/EPA/Vassil Doney)
12 de octubre de 2021 8:22 AM | Con información de EFE
15 minutos. Mientras sigue el debate mundial sobre el uso de la tercera dosis de la vacuna contra la COVID-19, Israel reivindica el éxito de su campaña, con la que se anticipó al resto del mundo y que le ayudó a frenar su cuarta ola de la pandemia, que actualmente casi llega a su fin.
A fines de julio, sin tener aún el visto bueno de los organismos internacionales o de las autoridades sanitarias de Estados Unidos (EEUU) y la Unión Europea (UE), Israel aprobó inocular con una tercera dosis a los mayores de 60 años. La medida se amplió de forma progresiva al resto de las franjas de edad, lo que ha contribuido a reducir la tasa de morbilidad en el país.
En 2 meses y medio, la campaña avanzó rápidamente. Ya hay más de 3,7 millones de personas -entre una población total de 9,3 millones- que recibieron la dosis de refuerzo. Esta fue clave en la estrategia para afrontar la cuarta ola de coronavirus que diseñó el nuevo Ejecutivo de coalición que encabeza Naftali Benet.
Ante el nuevo pico de infecciones que se disparó este verano, atribuido en parte a la expansión de la contagiosa variante delta, el Gobierno optó por no aplicar restricciones severas. Solo reinstauró medidas moderadas para mantener la economía activa.
Benet -que se negó a imponer un nuevo confinamiento- apostó fuerte por la tercera dosis y animó a la población a vacunarse. Incluso lo hizo con una campaña de llamadas telefónicas con mensajes automáticos, en que él mismo instaba a los israelíes a recibir el pinchazo.
A su vez, Sanidad ideó un nuevo sistema de pase verde: solo los vacunados con la dosis de refuerzo, los que tienen pauta completa de 2 dosis en los últimos 6 meses o los recuperados del virus en esta misma franja de tiempo, tienen derecho al certificado que les permite acceder a toda una serie de espacios públicos o actividades.
La medida condicionó que muchos se vacunaran para hacer vida normal. Se aplica a muchas instalaciones, como las universidades. Los estudiantes -que iniciaron el curso académico- deben presentar su pase verde si quieren asistir a clases presenciales.
Esta ola estuvo también condicionada por el declive progresivo de la inmunidad. A fines de 2020, Israel fue de los primeros países en arrancar la inoculación y en primavera había vacunado con 2 dosis a gran parte de la población. Sin embargo, los datos indican que la inmunidad menguó con el tiempo, lo que coincidió con el repunte de contagios.
Ante ello, "una buena práctica es administrar una tercera dosis al menos 5 meses después de la segunda", explicó Nadav Davidovitch, director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Ben Gurión y asesor del Gobierno de Israel en la gestión de la pandemia.
Los efectos secundarios de la inyección de refuerzo de Pfizer son "similares" a la segunda o primera dosis. Es decir, "su beneficio" es "mucho mayor" que los posibles daños, "incluso para los jóvenes", dijo el experto. Asimismo, informó que la experiencia israelí puede ser una referencia para otros países que aún no han seguido este camino.
A fines de septiembre, EEUU empezó a aplicar la tercera dosis de Pfizer para mayores de 65 años y adultos en riesgo.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) también indicó este mes que la vacuna de refuerzo de Pfizer es "segura y eficaz". De todos modos, son los países miembros quienes deciden sobre este proceso.
Las vacunas chinas desarrolladas por los laboratorios Sinovac y Sinopharm, basadas en virus inactivados, necesitan ser administradas en 3 dosis, cuando hasta ahora se inoculaban 2. Así lo anunciaron este lunes expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que analizaron el programa de vacunación global.
"Todas las evidencias indican que se necesita una tercera dosis de estas mismas vacunas o de sus homólogas", dijo en conferencia de prensa el experto mexicano Alejandro Cravioto, presidente del Grupo Asesor Estratégico de Expertos de la OMS (SAGE), refiriéndose a los sueros chinos.
La recomendación de la OMS puede afectar a los programas de vacunación no solo de China, donde la mayoría de los 2.200 millones de dosis administradas son de estos laboratorios, sino también a países de Latinoamérica, Asia, África o el este de Europa donde se han importado y utilizado esas vacunas chinas.
Europa y EEUU no han aprobado el uso de las vacunas de Sinovac y Sinopharm. No obstante, la OMS sí las incluiyó en su lista de uso de emergencia. Además, pidió a la comunidad internacional que lo hiciera para evitar discriminación a la entrada de viajeros procedentes de determinados países.
Cravioto indicó que estas terceras dosis deberían primero administrarse a personas mayores de 60 años. Este grupo de edad ha mostrado mayores problemas de respuesta al coronavirus tras vacunarse con Sinovac o Sinopharm.