15 minutos. Un brote de COVID-19 obligó a cerrar un hotel donde se alojaba parte de la delegación alemana que asiste a la cumbre de líderes del G7 que comienza este viernes en Cornualles, suroeste de Inglaterra.
Diversos empleados del Pedn Olva de St Ives, cercano al lujoso hotel Carbis Bay donde se hospedan estos días los mandatarios de los países más ricos del mundo que integran el G7, dieron positivo por COVID-19. Así lo confirmó St Austell Brewery, empresa propietaria del alojamiento, en un comunicado.
Un portavoz del Gobierno alemán indicó que uno de los miembros de la delegación que envió en los días previos al G7 para preparar la reunión permanece en cuarentena de manera preventiva.
El brote no afecta el viaje de la canciller alemana Angela Merkel. La diplomática llega este viernes al Reino Unido para participar en el encuentro, detalló ese portavoz.
“Tras mantener un extenso diálogo durante los últimos días con Public Health England (la agencia pública de salud de Inglaterra) y con las autoridades de Cornualles, hemos tomado la decisión de cerrar por completo el hotel”, indicó St Austell Brewery.
Inconvenientes
La empresa recalcó que notificó “inmediatamente” los positivos detectados. También se aseguró de que se seguían “todos los protocolos de seguridad apropiados”.
El inesperado cierre del hotel Pedn Olva creó dificultades a los miembros de la delegación alemana para encontrar alojamientos alternativos en la zona donde se celebra el G7. Gran parte de los hoteles están completos, según informaron medios británicos.
“Somos completamente conscientes de los inconvenientes, dada la limitada oferta de alojamiento disponible en la zona en este momento. Pero la salud y la seguridad de nuestro equipo y clientes es nuestra principal prioridad”, subrayaron los responsables del hotel.
Esta es la primera cumbre presencial de los principales líderes mundiales desde que comenzó la pandemia de coronavirus. Esto llevó a extremar las medidas de seguridad para tratar de evitar contagios entre los asistentes.