El Departamento de Justicia acusó al régimen de Maduro por los delitos de narcotráfico, lavado de dinero y terrorismo
La reunión de los funcionarios tuvo como eje la propagación del COVID-19 y la situación de los venezolanos en el país caribeño (Cortesía Getty Images)
1 de abril de 2020 6:33 PM | Con información de EFE
15 minutos. El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, negó este miércoles que la visita de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, a su país, el pasado viernes, estuviera relacionada con la acusación de Estados Unidos al régimen de Nicolás Maduro por narcotráfico.
Rowley, en declaraciones a medios locales, se limitó a negar que la presencia de Rodríguez en Trinidad y Tobago tuviera relación con el anuncio, hace menos de una semana, por parte del Departamento de Justicia de EEUU de cargos contra Nicolás Maduro y otras 14 figuras del chavismo, así como contra dos disidentes de la antigua guerrilla colombiana FARC por narcotráfico, lavado de dinero y terrorismo.
El Ministro de Seguridad Nacional, Stuart Young, informó que Rodríguez asistió al país para tratar la propagación del COVID-19 en América Latina y la situación de los venezolanos en Trinidad y Tobago.
La líder de la oposición, Kamla Persad-Bissessar, cuestionó la falta de transparencia sobre la visita de Rodríguez a Trinidad y Tobago y el que se tuvieran que abrir las fronteras para permitirle entrar una vez cerrado el tráfico aéreo a causa del COVID-19.
Recordó que mientras Rowley abrió las fronteras para reunirse con Rodríguez éste había rechazado movilizar a la aerolínea nacional para recoger a compatriotas varados en el extranjero.
Trinidad y Tobago anunció el cierre de las fronteras el pasado 15 de marzo para todos los no nacionales, aunque la medida se endureció para todo tipo personas a partir del 22 de marzo, lo que provocó que quedaran varados grupos de sus ciudadanos en varios países de la región.
Young, ante las peticiones de ayudar al retorno de sus compatriotas, aseguró que las fronteras permanecerían cerradas y que el control sería estricto, por lo que la entrada de Rodríguez generó descontento en los trinitenses.