Los dos crematorios municipales de la capital funcionan las 24 horas pero no es suficiente para evitar demoras de "cerca de 2 o 3 días" en la quema de los restos
Faltan mascarillas y equipos de protección individual para garantizar que las funerarias no se conviertan en nuevos focos de contagio (Chema Moya/EFE)
24 de marzo de 2020 1:01 PM | Con información de EFE
15 minutos. La pandemia del coronavirus provocó la saturación de las empresas funerarias de España, especialmente en Madrid. La imposibilidad de cumplir los plazos legales para inhumar a los difuntos por las centenares de muertes diarias obligó a convertir una pista de hielo en una morgue improvisada.
Esta pista de patinaje olímpica, de 1.800 metros cuadrados, es símbolo de la saturación de los servicios funerarios. Según señala la patronal del sector, Panasef, por ahora se concentra en la Comunidad de Madrid, que con 1.535 muertes con coronavirus, 272 en las últimas 24 horas, concentra el 57 % de los fallecimientos.
Faltan mascarillas y equipos de protección individual para garantizar que las funerarias, el último eslabón de la cadena sanitaria, no se conviertan en nuevos focos de contagio.
En el Ayuntamiento de Madrid ya no quedan. Esto llevó a la empresa funeraria municipal a dejar de recoger los cuerpos de los fallecidos por el coronavirus desde este martes, a la espera de obtener material.
En el sector privado, mayoritario, aun capean la situación desviando equipos de protección de territorios con menos fallecidos. En Madrid, los servicios se duplicaron, en Barcelona la actividad se incrementó en un 20 %, señala el director Relaciones institucionales del Grupo Mémora, Fernando Sánchez Tulla.
El colapso ofrece su rostro más duro en las residencias de mayores, donde los cadáveres esperan su turno en la cola. La ministra de Defensa, Margarita Robles, señaló en una entrevista el hallazgo de cuerpos, una situación que estos centros atribuyen a la espera de las funerarias, responsables de retirar los restos.
El tapón se da sobre todo en la incineración. Los dos crematorios municipales de la capital española funcionan las 24 horas, pero no es suficiente para evitar demoras de "cerca de 2 o 3 días" en la quema de los restos, lo que provoca a la vez un retraso en la entrega de las cenizas a los familiares, según señalan desde el Consistorio.
Por eso, el Ayuntamiento de Madrid decidió limitar gradualmente el número de cremaciones, recomendando la inhumación, pues el atasco no llegó a los enterramientos.
No se esperan en Madrid imágenes como las de la ciudad italiana de Bérgamo, donde camiones del ejército trasladaron restos mortales a otros municipios ante la falta de espacio en el cementerio, pues no hay un problema de capacidad.
Los velatorios no se celebran en el caso de los difuntos contagiados con el virus y en el resto se limitaron o también se suspendieron. La limitación varía según el territorio.
En Madrid están prohibido desde hoy velar a los difuntos, en Cataluña las empresas funerarias suspendieron los velatorios -el caso de Mémora- o los redujeron hasta un máximo de media hora y con dos o tres personas presentes como mucho, como decidió Àltima.
Las despedidas quedan únicamente para el entierro o la incineración, a veces extramuros. No hay abrazos, hay que guardar la distancia de seguridad.
El portavoz del Gobierno, Olivier Véran, rechazó de forma tajante la propuesta sindical de buscar una mediación que ayude a superar la crisis social y política que vive Francia desde hace semanas a cambio de aparcar la aplicación de la reforma