La jefa de DDHH de la ONU sostuvo que la población no es responsable de las políticas que motivaron dichos castigos
Bachelet hizo hincapié en la importancia de proteger la salud de los trabajadores sanitarios (Cortesía @mbachelet)
24 de marzo de 2020 11:40 AM | Con información de DPA
15 minutos. La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió que se suspendan o alivien con urgencia las sanciones que pesan sobre varios países, debido al impacto que estas tienen en sus sistemas de salud para tratar de combatir la pandemia del coronavirus.
Bachelet subrayó que "en un contexto de pandemia mundial, las medidas que obstaculizan la atención médica en cualquier país incrementan el riesgo que todos afrontamos".
Se refirió en concreto al caso de Irán, uno de los países más golpeados por el coronavirus, donde las sanciones están teniendo un impacto sobre el acceso a equipos y medicamentos esenciales. Como resultado, la epidemia que afecta a Irán está propagándose a Afganistán y Pakistán.
Las sanciones también podrían obstaculizar la lucha contra la enfermedad COVID-19 en otros países como Cuba, Corea del Norte, Birmania, Venezuela o Zimbabue, indicó Bachelet.
En Venezuela, según su oficina, algunos hospitales experimentan cortes regulares de agua y electricidad, así como carencia de medicamentos, equipos, jabón y desinfectante.
Aunque esta situación ya existía antes de las sanciones, la merma de ellas permitiría una mayor asignación de recursos para tratar y prevenir la epidemia.
"En la mayoría de estos países los sistemas sanitarios se encuentran en situación de debilidad o fragilidad", reconoció.
Dijo que "las medidas que obstaculizan la importación de suministros médicos esenciales causarán perjuicios duraderos a las comunidades más vulnerables".
La jefa de Derechos Humanos de la ONU sostuvo que "la población de esos países no es responsable de las políticas que motivaron las sanciones y, en diverso grado, ya tienen que vivir en condiciones muy adversas durante largos periodos".
Bachelet hizo hincapié en la importancia de proteger la salud de los trabajadores sanitarios.
"Los médicos, el personal sanitario y todos los empleados de los servicios de salud se encuentran en la vanguardia de esta lucha y nos protegen a todos", recalcó.
Adicionalmente, pidió la unidad de los líderes mundiales, a quienes recordó que "la cooperación y la solidaridad internacionales son fundamentales en todo momento".
Señaló que los países sancionados deberían proporcionar información transparente, aceptar las ofertas de asistencia humanitaria y dar prioridad a las necesidades más vulnerables de la población.
Además, deberían aprobar medidas que ofrezcan a las organizaciones nacionales e internacionales garantías para realizar su labor humanitaria sin interferencias.
"Ningún país puede combatir eficazmente esta epidemia actuando en solitario. Debemos proceder de manera solidaria, cooperativa y cuidadosa", concluyó.
El portavoz del Gobierno, Olivier Véran, rechazó de forma tajante la propuesta sindical de buscar una mediación que ayude a superar la crisis social y política que vive Francia desde hace semanas a cambio de aparcar la aplicación de la reforma