Entre los países representados en el grupo hay un puñado con millones de vacunas excedentes que están destinadas a ser desperdiciadas una vez que expiren
El director de la OMS y los duques de Sussex señalan que "estas son vacunas públicas" (EFE/EPA/Robert Ghement)
29 de octubre de 2021 12:47 PM | Con información de DPA
15 minutos. En una carta abierta, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Tedros Adhanom Ghebreyesus instó a los países que conforman el G20, reunidos este fin de semana en Roma (Italia), a poner fin a la desigualdad en el reparto de las vacunas contra la COVID-19, ya que de ellos depende "alcanzar el objetivo de vacunar al 40 % de todos los países a finales de 2021 y al 70 % a mediados del próximo año".
Tedros dirigió la carta abierta junto con los duques de Sussex, el príncipe Harry y Meghan Markle. "Los líderes del G20 tienen el poder de acelerar las donaciones prometidas desde hace tiempo y de comprometerse a romper el control que los países fabricantes y las empresas farmacéuticas tienen actualmente sobre el acceso a las vacunas y sobre su fabricación", se lee en el documento.
Precisamente, tal y como recordaron desde la OMS, los líderes de las naciones más ricas del mundo se reunieron en la Cumbre del G7 en junio y anunciaron colectivamente que se enviarían mil millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 a los países de ingresos bajos y medios. Las empresas farmacéuticas prometieron casi lo mismo.
Sin embargo, varios países todavía no tienen suficientes vacunas para sus propios trabajadores sanitarios. Por ello, los autores de esta carta abierta se preguntan por estas dosis. "De los casi 7.000 millones de dosis que se han administrado en todo el mundo, solo el 3 % de las personas de los países de bajos ingresos se han vacunado hasta ahora. ¿Dónde está el resto?", se recoge en el escrito.
De hecho, a Covax, la iniciativa diseñada para ayudar a conseguir un acceso mundial justo a las vacunas, se le prometieron 1.300 millones de dosis que serán donadas para los países de bajos ingresos a los que apoya. No obstante, hasta la fecha solo han podido enviar 150 millones, el 11,5 %. "¿Dónde está el resto?", vuelven a preguntar la OMS y los duquesde Sussex en la carta abierta al G20. "Las promesas no se están traduciendo en vacunas que lleguen a las personas que las necesitan".
Según la OMS, entre los países representados en el G20 hay un puñado con millones de vacunas excedentes que están destinadas a ser desperdiciadas una vez que expiren. "Cada dosis desechada de una vacuna para la COVID-19, cuando existen los mecanismos para donarlas, debería indignarnos a todos. Cada dosis representa a una persona real (una madre, un padre, una hija o un hijo) que podría haber estado protegida".
El director de la OMS y los duques de Sussex señalan que "estas son vacunas públicas". Muchas de las personas a las que representan "pagaron la investigación y el desarrollo de estas vacunas". Asimismo, dijeron que el acceso a las mismas es "un derecho humano fundamental".
"Debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para hacer llegar las dosis al mayor número de personas que las quieran y las necesiten, lo más rápido posible, en el orden correcto, y para tener el mayor impacto posible", precisaron.
Para la OMS, hay países, muchos de ellos representados en la mesa del G20, con la experiencia médica y científica necesaria para formar parte de la solución, dispuestos a fabricar su propia vacuna para su propia gente y para otros.
"Sin embargo, se ven bloqueados por obstáculos evitables, como la incapacidad o la falta de voluntad de los países productores de vacunas y las empresas farmacéuticas para compartir uno de los bienes públicos más importantes de la historia moderna", afirmaron los autores de la carta.
Para llegar a los objetivos de vacunación, es preciso "cerrar inmediatamente la brecha de 550 millones de dosis para acelerar el objetivo de cobertura del 40 % para finales de 2021. Acelerando los compromisos existentes de donaciones de dosis a Covax. Prometiendo otras nuevas. Ejecutando intercambios de dosis y eliminando las restricciones a la exportación de vacunas".
El portavoz del Gobierno, Olivier Véran, rechazó de forma tajante la propuesta sindical de buscar una mediación que ayude a superar la crisis social y política que vive Francia desde hace semanas a cambio de aparcar la aplicación de la reforma