15 minutos. El Salvador afronta este domingo unas elecciones legislativas y municipales que se perfilan como decisivas para el futuro de la nación centroamericana, marcadas por la tensión entre los seguidores del presidente, Nayib Bukele, y la oposición, en un duelo en el que según las encuestas saldrá victorioso el oficialismo de Nuevas Ideas, consolidando así a Bukele en el poder.
Los salvadoreños elegirán a los 84 diputados de la Asamblea Legislativa y a los miembros de los Concejos Municipales de los 262 municipios del país centroamericano. Aunque el nombre de Bukele no figura en las papeletas electorales, si las previsiones se cumplen, el presidente ostentaría la mayoría en el Legislativo.
Asimismo, entre las papeletas de los comicios figurarán los candidatos para los 20 diputados del Parlamento Centroamericano.
Más de 5,8 millones de salvadoreños están convocados a las urnas en un momento decisivo para el presidente. Hasta el momento la Asamblea es el único órgano de contrapeso que frenó algunas de sus más polémicas acciones.
Desde su llegada a la Presidencia, Bukele se validó de un mensaje populista y anticorrupción para criticar la política salvadoreña, convirtiendo Twitter en su canal de referencia y asentando un giro cada vez más autoritario en El Salvador. Este se consumó con la entrada del propio presidente con militares en la Asamblea ante la negativa de los diputados de aprobar un préstamo para financiar las fuerzas de seguridad.
Además de consolidar una mayoría afín al oficialismo en la Asamblea, la elección de los diputados también será decisiva en tanto que serán estos los encargados de designar a cinco nuevos magistrados de la Corte Suprema y a un fiscal general en 2021.
Pero no solo significaría que el oficialismo de Bukele se haría con el control de la Cámara, sino que consolidaría la caída de los dos partidos tradicionales salvadoreños.
Los partidos
Un total de diez movimientos políticos están inscritos para participar en estos comicios, entre los que se esgrime una batalla entre los partidos tradicionales y los de reciente formación.
Nuevas Ideas, que participará por primera vez en unos comicios, centra su campaña alrededor del mandatario. Además, espera aprovechar los altos índices de popularidad del mismo –de un 96 por ciento en noviembre de 2020– para conseguir una importante ventaja.
Mientras que Nuevas Ideas representa esta “nueva política” en el país, la Alianza Nacionalista Republicana (ARENA) y el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), los partidos tradicionales salvadoreños nacidos tras el fin de la guerra civil, actualmente ostentan el 70 por ciento de los escaños locales.
Las controversias que han precedido las elecciones
A pesar de que la campaña electoral se inició en enero, las polémicas aumentaron a lo largo de 2020. Eso tras las acusaciones de un supuesto fraude electoral emitidas por el propio Ejecutivo.
Hace apenas un par de semanas, el Tribunal Supremo Electoral prohibió a Bukele lanzar mensajes de apoyo a “partidos afines”.
No era el primer llamado que mantenían las autoridades electorales con Bukele. Ya en noviembre el presidente sugirió que “los integrantes de varias Juntas Electorales Departamentales” estaban provocando que “se pierda la confianza en el proceso electoral”.
En ese sentido, utilizó su cuenta de Twitter para asegurar que “no permitiremos un fraude, actuaremos antes de que suceda. Todos alerta”.
Uno de los últimos episodios que sacudió la campaña electoral ha sido el ataque contra militantes del FMLN que participaban en un mitin. Ese hecho se saldó con dos muertos y tres heridos.
Preocupación por la situación en San Salvador
Estas elecciones legislativas se enmarcan en un contexto de críticas internacionales por la situación que vive El Salvador.
La ONG Human Rights Watch acusó al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, de “socavar las bases democráticas del país y de desmantelar todos los controles institucionales al poder presidencial”. Así así como de fomentar “la impunidad” como norma de su Gobierno.
En un informe, la organización acusó a Bukele de negociar con las maras a cambio de apoyo en estos comicios.
La Organización de Estados Americanos (OEA) aceptó desplegar una misión especial para “evaluar la situación político institucional”. Esto para “facilitar el diálogo político.
Una veintena de representantes integrarán el personal de la misión electoral de la OEA.
