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Bolsonaro declaró ante la Policía de Brasil por el caso de las joyas saudíes

Aunque la presencia policial se reforzó en los alrededores de las dependencias policiales, no acudieron tantos seguidores de Bolsonaro como se esperaba

Permaneció durante tres horas en dependencias policiales y en el mismo día han comparecido también otras nueve personas relacionadas con el caso (PRESIDENCIA DE BRASIL/EuropaPress)

15 minutos. El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro ha testificado este miércoles ante la Policía Federal en Brasilia, por el caso de las joyas que recibió como regalo del reino de Arabia Saudí y que presuntamente intentó quedarse de manera irregular.

Permaneció durante tres horas en dependencias policiales, según informa el diario brasileño O Globo, y en el mismo día han comparecido también otras nueve personas relacionadas con el caso, entre ellas el exasesor del expresidente, el coronel Mauro Cid; el coronel del Ejército y también exasesor Marcelo Câmara, y el entonces secretario especial de Hacienda, Julio César Vieira Gomes.

La declaración simultánea pero en estancias separadas, recoge el periódico, es una estrategia de la Policía Federal para evitar la puesta en común y por lo tanto adulteramiento de las versiones.

Aunque la presencia policial se ha reforzado en los alrededores de las dependencias policiales, no han acudido tantos seguidores de Bolsonaro como se esperaba. El expresidente tampoco se ha detenido a dar declaraciones a los medios de comunicación.

Papel de Bolsonaron sobre las joyas

El objetivo de la investigación es dilucidar cuál fue el papel de Bolsonaro en el caso y conocer si él dio la orden a los funcionarios de su gobierno para que desbloqueasen uno de los juegos de joyas que interceptaron en el Aeropuerto de Guarulhos, en Sao Paulo, y cuál era el destino que pretendía darle.

Hasta el momento se ha hecho público que Bolsonaro recibió al menos tres por parte de Arabia Saudí. Dos de ellos entregados a la Policía Federal por orden del Tribunal de Cuentas de la Unión. El tercero, valorado en casi tres millones de euros, sigue interceptado en las instalaciones de Guarulhos.

El expresidente podría terminar acusado de malversación y trato de favor si hay sospechas de que los agasajos tenían algún tipo de contraprestación.

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