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39 millones de latinoamericanos sufre de hambre

Representante de la FAO sugirió fomentar la agricultura familiar

Recomendó que el estado implementara impuestos para los alimentos no saludables y subsidio para frutas y verduras. (Raúl Martínez / EFE)

15 minutos. El aumento de la población que sufre hambre en América Latina y Caribe llega a 39 millones de personas.

El número le genera gran preocupación a la FAO, según su representante regional adjunta en la zona, la estadounidense Eve Crowley.

En una entrevista con EFE Crowley describió la situación actual en la región:

El hambre “es una tendencia bien preocupante porque (…) ahora se ve un aumento: en América Latina y el Caribe hay 39 millones de personas que padecen hambre”, alertó.

En el extremo opuesto los altos niveles de sobrepeso y obesidad, que en el caso de Uruguay, alcanzan el 65% de la población frente al 60 % a nivel regional.

“Tenemos una meta asociada a la erradicación de la malnutrición en todas sus formas y, actualmente, una de sus expresiones es que en muchos países hay una combinación de problemas simultáneos: subalimentación, obesidad o sobrepeso y una deficiencia de micronutrientes como el hierro, calcio, vitamina A y D”

Eve Crowley

Además, la experta manifestó su preocupación por los problemas de salud asociados al sobreconsumo de proteína animal.

Y lo contrasta con el déficit del consumo de frutas, verduras, legumbres.

Incluso habló del uso de antibióticos en la cadena de producción de carne y acuícolas “porque sabemos que en 2050 la resistencia microbiana va a ser la principal causa de muerte en el mundo“, agregó.

Una cifra mayor a la del cáncer y las enfermedades no transmisibles.

Problema “transectorial”

Para Crowley, la alimentación es un problema “transectorial” cuya solución depende del “sistema de salud, los sectores productivos de la economía, la educación y la industria”.

Además de la creación de “políticas públicas” que garanticen la posibilidad de tener una buena.

Recomendó que los estados apliquen “impuestos para los alimentos no saludables y subsidios para favorecer el consumo de frutas, verduras, legumbres y pescado”.

Así como la fomentación de la agricultura familiar y campañas educativas como la última guía alimentaria que lanzó el Ministerio de Salud, en Uruguay.

“Si los Estados no toman acción ahora, van a pagar con sus sistemas de salud pública, algo que ya está pasando con el gasto de millones de dólares para paliar enfermedades no transmisibles”.

Eve Crowley

Crowley cree que el mundo entró en una cuarta revolución industrial, en la que la inteligencia artificial y tecnologías como el “blockchain”, el “big data”, la selección genética, entre otros, transformarán el “sistema alimentario”.

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