15 minutos. Este lunes Donald Trump dejó entrever que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, renunció ante el desafío que iba a significar conducir Canadá teniéndolo a él en la Presidencia de Estados Unidos.
Ante este golpe a la autoestima de los canadienses, Trump aprovechó la oportunidad para volver a traer aquella idea, que al principio pareció un chiste descabellado, de que Canadá debería convertirse en el estado 51. Esta vez pareció hablar muy en serio, casi en tono de amenaza.
“A muchas personas en Canadá LES ENCANTARÍA ser el estado 51. Estados Unidos ya no puede soportar los enormes déficits comerciales y los subsidios que Canadá necesita para mantenerse a flote. Justin Trudeau sabía esto y dimitió”, afirmó Trump en su red social Truth Social.
Trump enumeró las ventajas que, según él, ganaría Canadá al convertirse en el estado 51.
“Si Canadá se uniera a Estados Unidos, no habría aranceles, los impuestos bajarían considerablemente y estarían TOTALMENTE SEGUROS ante la amenaza de los barcos rusos y chinos que los rodean constantemente. ¡Juntos, qué gran nación seríamos!”, añadió el mandatario electo.
Según se supo luego, Trump expresó por primera vez esta idea durante una cena con Trudeau en Mar-a-Lago (Florida), el pasado 29 de noviembre.
