Varios funcionarios de la Casa Blanca también resultaron contagiados del nuevo coronavirus
A un mes exacto para las elecciones presidenciales, el positivo y el posterior ingreso hospitalario obligaron a Trump a suspender o posponer sus actos de campaña (EFE/EPA/Oliver Contreras)
3 de octubre de 2020 8:18 AM | Con información de EFE
15 minutos. El presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, ingresó al hospital por "precaución" este viernes por la tarde, apenas 18 horas después de recibir el diagnostico positivo por la COVID-19 y de experimentar síntomas leves de la enfermedad.
Pasada la media noche de este sábado, el mandatario escribió desde su cuenta de Twitter: "Me va bien, ¡creo! Gracias a todos. ¡Los amo!".
La de este viernes fue una jornada frenética en Washington, con rumores sobre la salud de Trump y el rastreo de sus contactos recientes. Por ejemplo, el demócrata Joe Biden, que anunció que se había sometido a una prueba con resultado negativo.
Por la tarde y casi por sorpresa, a Trump lo trasladaron en helicóptero al hospital militar Walter Reed, en Maryland. Allí permanecerá por tiempo indefinido ejerciendo sus funciones desde las oficinas presidenciales del centro médico.
Minutos antes de ir al hospital, Trump salió caminando delante de las cámaras de televisión al jardín de la Casa Blanca para tomar el helicóptero que lo trasladó al Centro Médico Militar Nacional Walter Reed. Se trató de su primera aparición pública tras confirmarse su positivo por coronavirus.
Trump abandonó la mansión presidencial con una mascarilla, saludando a las cámaras y levantando el pulgar.
Anteriormente, la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, informó que el presidente, de 74 años, sería trasladado por unos días al hospital, ubicado en Bethesda (Maryland), a las afueras de la capital estadounidense, por "precaución".
"El presidente Trump permanece con buen ánimo, tiene síntomas leves y ha estado trabajando durante todo el día. Por precaución y por recomendación de su médico y expertos, el presidente trabajará desde las oficinas presidenciales del (hospital) Walter Reed los próximos días", dijo McEnany.
Durante el día, Trump recibió de su médico presidencial, Sean Conley, una dosis de 8 gramos del cóctel experimental de anticuerpos de la farmacéutica Regeneron conocido como REGN-COV2. Sin embargo, ya en el Walter Reed inició terapia con el antiviral Remdesivir.
El Remdesivir es uno de los pocos fármacos que han probado ser útiles contra la COVID-19. EEUU acaparó en junio toda su producción, de la empresa estadounidense Gilead, en un movimiento que provocó críticas de otros países.
Conley reconoció que Trump siente fatiga, mientras que medios estadounidenses informaron que el presidente tuvo fiebre.
Antes de los positivos de Trump y de la primera dama, Melania Trump, se conoció el de la asesora Hope Hicks. Pero este viernes se informó de otras infecciones en el entorno presidencial que podrían haber ocurrido varios días atrás, como los senadores Mike Lee y Thom Tillis.
También dieron positivo la exasesora Kellyanne Conway; el jefe de campaña de Trump, Bill Stepien; la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel; y el presidente de la Universidad de Notre Dame, John I. Jenkins.
Lee, Tillis, Conway y Jenkins coincidieron el sábado en la Casa Blanca en el acto de presentación de la jueza nominada por Trump para el Tribunal Supremo, Amy Coney Barrett. En la ceremonia, la mayoría de los asistentes no llevaba mascarilla.
A todo esto, se suma que el moderador del debate presidencial del martes, Chris Wallace, reveló que Trump no se sometió a la prueba del coronavirus como estaba estipulado, ya que no llegó al evento con tiempo suficiente.
A un mes exacto para las elecciones presidenciales, el positivo y el posterior ingreso hospitalario obligaron a Trump a suspender o posponer sus actos de campaña, empezando por el mitin que tenía previsto la noche de este viernes en Florida.
Además, Stepien, su jefe de campaña, tampoco podrá coordinar sobre el terreno las estrategias electorales tras haber contraído la enfermedad. La COVID-19 se ha cobrado la vida de al menos 208.695 personas en EEUU.