15 minutos. Los abogados defensores del expresidente Donald Trump presionaron el jueves a su antiguo abogado, Michael Cohen, por sus antecedentes delictivos y sus mentiras previas para tratar de convencer al jurado de no creerle al testigo estrella de la fiscalía.
En la tercera comparecencia de Cohen, otrora hombre de confianza de Trump y ahora su enemigo, los abogados defensores lo presentaron como un exempleado despechado que diría lo que fuera para perjudicar al virtual candidato republicano a la Presidencia.
Cohen es el testigo final de la fiscalía, al menos por ahora, mientras ésta trata de demostrar que Trump conspiró para eliminar una historia perjudicial que temía que echara abajo su campaña presidencial de 2016, y después falsificó registros comerciales para encubrirla.
Mentiras bajo juramento
El contrainterrogatorio de Cohen es un momento crucial para que el equipo de Trump trate de socavar la credibilidad del antiguo abogado, lo cual podría determinar el destino del expresidente en el caso.
Al ser cuestionado por el abogado de la defensa Todd Blanche, Cohen admitió haber mentido bajo juramento cuando se declaró culpable en 2018 de delitos federales, entre ellos, fraude fiscal, así como de mentir al Congreso sobre el trabajo que hizo en un acuerdo de bienes raíces de Trump en Rusia.
Tras comparecer varios días como testigo, Cohen puso a Trump directamente en el centro de un presunto complot para ocultar historias negativas con el fin de evitar daños a su campaña para llegar a la Casa Blanca.
Cohen dijo al jurado que el expresidente le prometió reembolsarle el dinero que aportó y que recibía constantes actualizaciones sobre sus esfuerzos de silenciar a mujeres que afirmaban haber tenido encuentros sexuales con él. Trump niega las afirmaciones de las mujeres.