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Hallaron nueva especie de equinodermo en isla mexicana

Se trata de la tercera especie en el mundo de este tipo de animales y según los expertos solo existe en Cozumel

El hallazgo de la nueva especie de equinodermo tuvo lugar en una cueva bajo un campo de golf (UNAM/EFE)

15 minutos. Hallaron una nueva especie de equinodermo, grupo al que pertenecen las estrellas de mar, los erizos, los lirios y los pepinos de mar, en la isla mexicana de Cozumel.

Un grupo de científicos hizo el descubrimiento en una cueva ubicada bajo un campo de golf en la isla del Caribe mexicano.

La especie cavernícola de ofiuroideo, cuyo nombre científico es Ophionereis commutabilis, fue descubierta recientemente en la cueva El Aerolito de Cozumel, isla en el estado mexicano de Quintana Roo.

Las ofiuroideos son una clase de animales marinos con características distintivas en su piel. Habitan en cuevas costeras que contienen aguas salobres llamadas anquihalinas.

La importancia de este descubrimiento radica en que "es la tercera especie en el mundo de este tipo de animales", dijo a Efe Francisco Alonso Solís-Marín, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Explicó que de las más de 2.000 especies de ofiuroideos documentadas, solamente dos viven en cuevas (una en Bahamas y otra en Japón), a las que ahora se agregó la tercera en México.

El nombre científico de la nueva especie es Ophionereis commutabilis
Se trata de la tercera especie en el mundo de este tipo de animales (UNAM/EFE)

"Obviamente son especies distintas. Esta especie es 100 % mexicana y algo muy importante porque quiere decir que es endémica de la isla de Cozumel; es decir, es el único lugar en el planeta donde existe esa especie", apuntó.

Diversidad

Solís-Marín, uno de los autores de la investigación, publicada en la revista científica Molecular Phylogenetics and Evolution, explicó que el hallazgo "le da mucho peso al reconocimiento de la diversidad en México".

Recordó que la nación norteamericana"es un país megadiverso y en este caso se suma una especie endémica más a México, lo que lo convierte un país destacado por ser una fuente de recursos genéticos para todo el mundo".

Sobre los equinodermos, el experto dijo que tienen rasgos generales similares pero morfológicamente son diferentes entre sí.

Específicamente, los Ophionereis commutabilis "tienen el cuerpo pequeño y aplanado. Está formado por un disco redondo y cinco brazos delgados y largos que llegan a medir entre 18 y 20 centímetros".

El también curador de la Colección Nacional de Equinodermos de la UNAM apuntó que, a diferencia de las estrellas de mar, los ofiuroideos no poseen ojos.

Además, recordó que "aproximadamente hace seis años se confirmó que las estrellas de mar poseían omatidios: ojos compuestos capaces de distinguir siluetas y ver dentro del agua".

Con luz propia

El experto también explicó que el grupo de investigadores tiene la hipótesis "de que esta nueva especie de ofiuroideo puede ser bioluminiscente; es decir, que emite luz propia", aunque indicó que esto aún no lo demuestran.

Entre las conclusiones que arrojó la investigación, Solís-Marín apuntó que la elongación (extensión) de los brazos, la aplanación del cuerpo y los patrones de coloración son producto de la adaptación de la vida cavernícola, en donde las condiciones medioambientales son extremas: oxígeno y luz escasos y poca disponibilidad de alimentos.

Sobre cómo se dio el hallazgo, el experto relató que el buzo espeleólogo Germán Yáñez le contó que vio una especie en la isla.

Solo en México

Solís-Marín dijo que las cuevas anquihalinas de Cozumel fueron formadas hace millones de años cuando estaban en un ambiente seco.

"Todavía no estaban sumergidas en el océano y se formaron por un escurrimiento de agua" entre la tierra y la piedra, que formó estos pasadizos.

Dijo que en algunos casos, estas cuevas contienen agua marina y agua dulce, que es la que se filtra de la lluvia desde la superficie.

Agregó que "en ellas no hay peces, pero hay otras especies como estrellas de mar, moluscos como almejas, pequeños camarones y muchos animales invertebrados que se alimentan de un tapete microbiano que hay en las paredes y en el piso de la cueva".

Solís-Marín indicó que a mediano y largo plazo estos ecosistemas "únicos en el mundo" están amenazados por actividades turísticas.

Así sucede con la cueva El Aerolito, donde habita la nueva especie, que está debajo de un campo de golf que forma parte de un complejo hotelero.

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