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Hace 75 años Mussolini murió a manos de los partisanos

Ante la previsible derrota de la Alemania nazi en la II Guerra Mundial, tomó una decisión para intentar salvar su vida: tratar de negociar su rendición con las fuerzas aliadas

Mussolini y Petacci se conocieron de forma casual en la playa romana de Ostia en 1932 (Cortesía Twitter @elOrdenMundial)

15 minutos. El 28 de abril de 1945, exactamente 75 años atrás, el dictador italiano, Benito Mussolini, y su amante, Claretta Petacci, fueron fusilados en la provincia de Como por un grupo de partisanos. Luego, fueron colgados boca abajo en una plaza de Milán, en una imagen que pasó a la historia.

Mussolini y Petacci se conocieron de forma casual en la playa romana de Ostia en 1932. La joven tenía solo 20 años y el exdictador 49. Pero la diferencia de edad no impidió que iniciaran una turbulenta relación de amantes. De hecho, el vínculo llegó a sobrevivir al matrimonio de ambos, el de Petacci con un oficial del que se separó en 1936 y de Mussolini con Rachele Guidi, con la que permaneció casado hasta el final.

Petacci mostró su admiración por el "Duce" desde pequeña. Incluso, le envió una primera carta cuando tenía solo 14 años, después de que la irlandesa, Violet Gibson, intentara asesinar a Mussolini: le disparó con una pistola y lo hirió en la cara en 1926.

El día en el que se conocieron, Petacci estaba con su familia en la playa romana de Ostia. A partir de entonces, mostró una devoción absoluta por el dictador. Tanto fue así, que murió con él.

En la primavera de 1945, ante la previsible derrota de la Alemania nazi en la II Guerra Mundial, Mussolini tomó una decisión para intentar salvar su vida: tratar de negociar su rendición con las fuerzas aliadas.

Intento fallido

Hace 75 años Mussolini murió a manos de los partisanos
Los colgaron de los pies en la marquesina de una gasolinera de la plaza Loreto (Cortesía Twitter @HistoriayDatos)

El 18 de abril concertó una reunión para el 25 en Milán, con la mediación del cardenal y arzobispo de esa ciudad, Ildefonso Schuster. Sin embargo, nunca tuvo lugar. Mussolini huyó hacia la provincia de Como, en la frontera con Suiza, e intentó cruzar en un convoy el 27 de abril.

Viajó con su amante, Petacci, y con un grupo de afines. Todos pretendían atravesar la frontera haciéndose pasar por el cónsul español y su esposa, pero los interceptó un grupo de partisanos cerca de la localidad de Dongo.

No hubo piedad. El Comité de Liberación Nacional decidió que debían morir. Los fusilaron el 28 de abril de 1945. Trasladaron los cadáveres ese mismo día en un camión a Milán.

Allí, una colérica muchedumbre se ensañó con ellos hasta desfigurarlos. Después, los colgaron de los pies en la marquesina de una gasolinera de la plaza Loreto, donde meses atrás fueron asesinados 15 partisanos por un pelotón de la llamada República de Saló, que respaldaba a los nazis.

Fue una venganza brutal en respuesta a años de represión y muerte, que quedó en el recuerdo popular y pasó a los libros de historia.

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