El péptido reduce “de forma selectiva” la proliferación de las células cancerígenas e impide “la progresión del tumor”
Los tratamientos existentes “pueden ser bastante tóxicos” para las células sanas y tener efectos secundarios “desagradables” (Pixabay)
27 de octubre de 2022 3:24 PM | Con información de EFE
15 minutos. Un estudio internacional en el que participa el Imdea Alimentación de Madrid halló “indicios prometedores” de que un compuesto identificado en el veneno de un pulpo australiano podría “ralentizar significativamente” el crecimiento del cáncer y ayudar a combatir la resistencia a los fármacos en pacientes con una de las formas más graves de melanoma.
El péptido en cuestión fue hallado en el veneno del pulpo australiano de tierra, siendo un compuesto que, según los primeros resultados, podría sentar las bases de un “tratamiento de precisión y menos tóxico” contra el melanoma con mutación BRAF. Este representa aproximadamente la mitad de todos los casos de melanoma.
El estudio preclínico fue dirigido por Maria Ikonomopoulou, investigadora de Imdea Alimentación; la experta inició el proyecto mientras trabajaba en el Instituto de Investigación Médica de Queenslad (QIMR) en Berghofer (Australia). Lo hizo con colaboradores de la Universidad de Queensland, la Universidad James Cook y la Universidad de Sydney; asimismo, con la Universidad de Santiago de Compostela, según una nota del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados (Imdea).
El equipo de Ikonomopoulou testó las propiedades antitumorales de una serie de compuestos de veneno reproducidos sintéticamente e identificados previamente por la investigación de la Universidad de Queensland.
Tras estudiar los compuestos de veneno derivados de varios animales marinos, comprobaron que el del pulpo de arena australiano “destacaba” por su capacidad para “atacar de forma segura y eficaz” las células de melanoma con mutación BRAF en modelos preclínicos. Reduce “de forma selectiva” la proliferación de las células del melanoma; además, impide “la progresión del tumor”, mientras que “apenas afectaba a las células sanas”.
Los autores subrayaron que esta especificidad es “realmente importante”. Los tratamientos existentes “pueden ser bastante tóxicos” para las células sanas y tener efectos secundarios “desagradables”. Esto limita las cantidades que los pacientes pueden tomar.
Ikonomopoulou señaló que “todavía es muy pronto” y se debe seguir investigando. Sin embargo, estos hallazgos “ofrecen la esperanza” de que el péptido del pulpo pueda convertirse en un tratamiento dirigido al cáncer que pueda administrarse “de forma segura y eficaz, incluso en dosis muy elevadas”.