La técnica podría tener aplicaciones en medicina forense, antropología e incluso medicina
Hasta ahora la mayoría de los estudios se centró en la recogida de ADN ambiental del agua (Pixabay/Gerd Altmann)
31 de marzo de 2021 3:52 PM | Por DPA
15 minutos. Investigadores de la Queen Mary University of London demostraron por primera vez que el ADN animal que se desprende al medio ambiente puede recogerse del aire.
El estudio de prueba de concepto, publicado en la revista PeerJ, abre la posibilidad de nuevas aplicaciones ecológicas, sanitarias y forenses del ADN ambiental (ADNe), que hasta ahora se utilizó principalmente para estudiar los entornos acuáticos.
Los organismos vivos, como las plantas y los animales, vierten ADN en el entorno que les rodea cuando interactúan con él. En los últimos años, el ADNe se convirtió en una herramienta importante para ayudar a los científicos a identificar las especies que se encuentran en diferentes entornos.
Se propuso una serie de muestras ambientales, como el suelo y el aire, como fuentes de ADNe. Sin embargo, hasta ahora la mayoría de los estudios se centró en la recogida de ADNe del agua.
En este estudio, los investigadores exploraron si el ADNe podía recogerse de muestras de aire y utilizarse para identificar especies animales. En primer lugar, tomaron muestras de aire de una habitación en la que se habían alojado ratas topo desnudas, una especie de roedor social que vive en colonias subterráneas. Luego utilizaron las técnicas existentes para buscar secuencias de ADN en el aire analizado.
Con este método, el equipo de investigación demostró que el muestreo de ADN del aire podía detectar con éxito el ADN de las ratas topo dentro del alojamiento del animal y de la propia habitación. Los científicos también encontraron ADN humano en las muestras de aire, lo que sugiere un posible uso de esta técnica de muestreo para aplicaciones forenses.
La doctora Elizabeth Clare, profesora titular de la Universidad Queen Mary y primera autora del estudio, explica que el uso del ADN electrónico es un tema de creciente interés dentro de la comunidad científica. Se refirió especialmente a "los ecologistas o conservacionistas que buscan formas eficaces y no invasivas de controlar los entornos biológicos".
"Aquí aportamos las primeras pruebas publicadas que demuestran que el ADNe de animales puede recogerse desde el aire", dijo. En este sentido, Clare afirma que esto "abre nuevas oportunidades para investigar las comunidades de animales en entornos de difícil acceso, como cuevas y madrigueras".
El equipo de investigación trabaja ahora con socios de la industria y el tercer sector, incluida la empresa NatureMetrics, para dar vida a algunas de las aplicaciones potenciales de esta tecnología.
La doctora Clare añade el estudio comenzó con un enfoque hacia evaluaciones ecológicas pero se convirtió en mucho más. Así, se refirió "a aplicaciones potenciales en la medicina forense, la antropología e incluso la medicina".
"Por ejemplo, esta técnica podría ayudarnos a comprender mejor el contagio de enfermedades transmitidas por el aire, como la COVID-19", avanza.
La investigadora explicó que las directrices de distanciamiento social se basan en la física y en estimaciones de la distancia a la que pueden desplazarse las partículas del virus. Ahora, "con esta técnica podríamos tomar muestras reales del aire y recoger pruebas del mundo real para respaldar dichas directrices".