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Pasillos de la ONU esconden tesoros y curiosidades

Hay una comisión de arte que recibe las sugerencias de donaciones de los distintos países y se encarga de aceptarlos y decidir dónde ubicarlos

Algunas de las obras que se observan en los pasillos de la ONU (Foto: Cortesía)

15 minutos. Una vidriera de Chagall, una pequeña sección del muro de Berlín, una "kiswa" -manto que cubre la Caaba de La Meca- o un mosaico romano de hace 1.700 años, son algunas de las obras, regalos y pequeños tesoros que esconden los pasillos de Naciones Unidas en Nueva York.

Son los mismos pasillos por los que estos días cientos de diplomáticos, jefes de Estado y de Gobierno, pululan cargados de papeles y de intenciones coincidiendo con la celebración de la 74 sesión de la Asamblea General.

El emblemático revólver con el cañón anudado, obra del artista sueco Carls Frederik Reuterswärd da la bienvenida a los visitantes en la entrada de la sede de Naciones Unidas con un poderoso mensaje contra la guerra.

Herta María Engelhart, del centro de visitantes de la ONU, explicó que Reuterswärd concibió esta pieza tras la muerte de su amigo John Lennon, asesinado de un disparo en NY en 1980, cuando salía de su casa.

El escultor quiso que su país donara la obra a la ONU, pero Suecia no accedió.


El Colt Magnum 357 con el cañón anudado como símbolo de paz (Foto: Cortesía)

Luego Reuterswärd pidió a Luxemburgo que intercediera por él, a lo que el pequeño estado europeo accedió, lo que explica que sea el nombre de este país y no el de Suecia, el que aparece en el pedestal de la pistola truncada.

La jefa del servicio de visitas de la sede de la ONU, Elisabeth Waechter, cuenta a EFE que todas las obras tienen un significado o bien para los países donantes o bien para la ONU.

Las Guernica

Destacó además del revólver la reproducción del cuadro del Guernica, de Pablo Picasso, como algunas de las piezas más emblemáticas.

Precisamente, este tapiz donado por Nelson Aldrich Rockefeller Jr., hijo del empresario y exgobernador del estado de Nueva York Nelson Rockefeller (1908-1979), y que se convirtió en símbolo universal contra la barbarie y la crueldad de la guerra.


El Guernica, la obra maestra de Picasso e icono del horror del siglo XX (EFE)

Recientemente protagonizó una reciente polémica que llevó al cierre temporal de la web de los regalos y piezas de arte de la ONU.

La ONU decidió revisarla después que se detectó que la información sobre el cuadro del español responsabilizaba del bombardeo que sufrió la población vasca de Guernica, el 26 de abril de 1937, por aviones alemanes de la Legión Cóndor, que apoyaban a los rebeldes franquistas, al Gobierno republicano.

El bien vence al mal

Waechter también elogia la obra "Good Defeats Evil" (El bien vence al mal), un San Jorge clavando una lanza al dragón, de dimensiones ciclópeas.

La bestia mitológica está hecha con fragmentos de misiles soviéticos SS-20 y estadounidenses Pershing, que destruidos tras la firma del tratado para la eliminación de misiles nucleares de corto y medio alcance y cuya vigencia venció este año sin que fuera renovado.

Esta escultura, donada por la antigua Unión Soviética en 1990, se levanta en el patio norte de la ONU.


San Jorge le clava una lanza al dragón (Foto: Cortesía)

La obra comparte espacio con otras como "Arrival" (Llegada), de John Behanun, un regalo de Irlanda en reconocimiento a la contribución de los refugiados y emigrantes a sus países de acogida.

En medio del espacioso jardín abierto al río Este de Manhattan, también se levanta una sección de tres bloques del muro que una vez dividió Berlín.

En un rincón del vestíbulo de entrada, "La vidriera de la paz" de Marc Chagall rinde homenaje al segundo secretario general de la ONU, el sueco Dan Hammarskjöld.

Hammarskjöld murió el 18 de septiembre de 1961 en un accidente de avión, cuando se dirigía a negociar la paz a lo que ahora es la República Democrática del Congo.


"La vidriera de la paz" de Marc Chagall (Foto: Cortesía)

Engelhart cuenta a EFE que fue, precisamente, Hammarskjöld, quien abrió la sede de Naciones Unidas a los regalos y las donaciones de arte de los países miembros.

Así, fueron llegando desde una reproducción del Sputnik 1, el primer satélite artificial de la historia, una estatua rescatada de las ruinas de Nagasaki y un manto tradicional que cubrió la Caaba.

Se puede observar también el cubo situado en la Meca donde peregrinan millones de musulmanes todos los años; o una campana japonesa que el secretario de la ONU hace sonar todos los 21 de septiembre por el Día Internacional de la Paz.

Alguna piezas son visibles desde el exterior, otras se visitan en los recorridos que organiza la ONU, pero hay obras que solo están reservadas a las miradas de los integrantes de las delegaciones, como un mosaico romano de la ciudad tunecina de Haidra elaborado hace 1.700 años.

La jefa del servicio de visitas explica que hay una comisión de arte que recibe las sugerencias de donaciones de los distintos países y que es la que se encarga de aceptarlos y decidir dónde ubicarlos.

Una comisión decide las donaciones que se aceptan (Foto: Cortesía)

Waechter también dice que hay obras, como la vidriera del francés Chagall, el fresco del español Jose Vela Zanetti o los dos enormes murales del brasileño Cândido Portinari, que muestran a las delegaciones los males del mundo que Naciones Unidas debería solucionar en sus reuniones, como la actual cumbre anual de la Asamblea General que concluye el lunes. 

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