15 minutos. Jesús Rafael Álvarez (44), preso político que murió en custodia, fue enterrado este domingo en su ciudad bajo la supervisión de policías del régimen.
Álvarez estaba preso en la cárcel de máxima seguridad de Tocuyito por protestar en contra del fraude electoral de Nicolás Maduro. Tanto él como su esposa fueron detenidos en su casa. Ella sigue detenida.
Fue sepultado en la mañana de este domingo en el municipio Anaco del estado Anzoátegui.
De sus tres hijos, de 7, 17 y 22 años, solo pudo estar presente el mayor de ellos, Jesús Alejandro Álvarez.
El Comité por la Libertad de los Presos Políticos condenó este hecho, al que calificó como un crimen que no puede quedar impune, y exigió justicia para la familia.
Jesús Alejandro Álvarez dijo que se enteró de la muerte de su padre a través de las redes sociales. Luego, cuando fue a la cárcel, le dijeron “aquí no hay ningún muerto”. Posteriormente, en la morgue, no tuvo acceso al cuerpo y solo le mostraron una foto de su cara. Dijo que “se veía extremadamente flaco, demacrado y presentaba un golpe”.
