15 minutos. El líder del partido ultraderechista italiano Liga, Matteo Salvini, ha puesto fin a la ocupación del Parlamento que había comenzado el pasado miércoles junto a 70 legisladores en protesta a la gestión del Gobierno de la crisis del coronavirus.
La decisión de poner fin a la protesta en el Senado y la Cámara de los Diputados se tomó la pasada noche por respeto a las personas que trabajan en esas sedes y por la festividad del Primero de Mayo, Día de los Trabajadores, tal y como dijo Salvini en Facebook.
No obstante aseguró que no descarta volver a ocupar el Parlamento si el Gobierno no gestiona correctamente la emergencia sanitaria.
Salvini había liderado la “ocupación” desde el miércoles como señal de protesta por la, a su juicio, falta de respuesta del Gobierno a los problemas económicos derivados de la pandemia.
Pasada la medianoche del viernes, el líder ultraderechista explicó a sus seguidores en directo a través de Facebook sus ideas para luchar contra los efectos del coronavirus en el país.
En picada
Y al final de la retransmisión pidió a sus senadores que se pusieran la mascarilla y fueran abandonando el lugar diciendo sus nombres y ciudad de procedencia para despedirse de sus seguidores.
“Buena Fiesta de los Trabajadores, si vosotros estáis, nosotros estaremos para vosotros. Y siempre, primero los italianos”, dijo.
Así, Salvini y sus diputados y senadores pasaron solo una noche en el Parlamento pero dijo que no estuvieron “jugando a las caras” sino respondiendo a las preguntas de los italianos sobre alquileres, recibos e hipotecas pues, dijo, “nadie les ha ayudado en esto”.
Sin embargo interrumpió su protesta a pesar de que había avanzado que se prolongaría “sine die”.
La acción del líder ultraderechista, que salió del Gobierno el pasado agosto tras dinamitar su alianza con el Movimiento Cinco Estrellas, llega mientras los sondeos ven una caída de su formación.
Pero también muestran un aumento de la popularidad del primer ministro, Giuseppe Conte, al que el ultraderechista ha convertido en su principal adversario político.