15 minutos. La Fiscalía General de Irán llamó a la Policía a “castigar con firmeza” las violaciones en el uso del velo islámico por parte de las mujeres, en medio de las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini tras ser detenida por no llevar bien puesto el hijab.
“El delito de la falta de uso del velo es uno de los crímenes más evidentes y las fuerzas de seguridad están obligadas a implementar las leyes”. Así lo indicó en un memorando la Fiscalía General del país, según informó este martes la agencia semioficial Mehr.
La Fiscalía de Irán recordó que las penas por el no uso del velo oscilan entre los 10 días y los 2 meses de cárcel. Además, añadió que también se puede castigar con otras medidas. Por ejemplo, “el exilio, la prohibición de trabajar o abandonar el país o la obligación de realizar servicios públicos”, entre otros.
También resaltó que “animar” a las mujeres a no usarlo es un delito “peor” que la falta de uso de la prenda. “Es un prominente ejemplo de incitación a la corrupción” y se debe castigar con entre uno y 10 años de prisión.
La llamada a aplicar la obligatoriedad del velo islámico se produce tras casi 4 meses de protestas por la muerte en septiembre de Amini. La Policía de la Moral la arrestó por no llevar bien el hijab.
Una consecuencia de las protestas es que cada vez más iraníes se aventuran por las calles del país persa sin el velo. Se trata de un gesto de desafío y desobediencia civil, impensable hace meses.
“Bandera de la revolución”
Por las calles de Teherán se ven mujeres que no solo no se tapan la cabeza, sino que ni siquiera llevan un velo a la vista, sobre los hombros o colgando.
En diciembre, las autoridades iraníes anunciaron de forma confusa el fin de la Policía de la Moral; esta se encargaba de aplicar las leyes de moralidad del país islámico. A pesar de ello, al mismo tiempo resaltaron que solo cambiarían los métodos para imponer dichas normas.
El hiyab es uno de los símbolos de la República Islámica fundada en 1979 por el ayatolá Ruholá Jomeiní. Este definió la prenda como la “bandera de la revolución” sin la cual las mujeres estaban “desnudas”.
Las protestas comenzaron por la muerte de Amini, pero los manifestantes piden ahora el fin de la República Islámica.
Casi 500 personas han muerto en las protestas y cerca de 20 mil han sido detenidas, según la ONG Iran Human Rights, con sede en Oslo.
Además, al menos 16 personas han sido condenadas a muerte y 4 ejecutadas por su participación en la revuelta. Los ahorcamientos han sido duramente condenados por la comunidad internacional.