15 minutos. El secretario general de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, trasladó este lunes su “profunda preocupación” por el aumento de la violencia contra los asiáticos y las personas de ascendencia asiática en el marco de la pandemia de la COVID-19.
A esto se suma la “oleada de miedo e ira” generada en Estados Unidos (EEUU) tras el tiroteo la semana pasada. En los hechos murieron 6 mujeres de ascendencia asiática en Atlanta.
“El mundo ha sido testigo de horribles ataques mortales, acoso verbal y físico, intimidación en las escuelas, discriminación en el lugar de trabajo, incitación al odio en los medios de comunicación y en las plataformas de redes sociales, y lenguaje incendiario por parte de quienes ocupan puestos de poder“. Así lo hizo saber Guterres a través de su portavoz, Stéphane Dujarric.
Además, el racismo se junta con la misoginia. En algunos países, las mujeres han sido específicamente blanco de ataques, generando una “mezcla tóxica del odio”.
“Miles de incidentes durante el año pasado han perpetuado una historia de siglos de intolerancia, estereotipos, chivos expiatorios, explotación y abuso” en contra de los asiáticos, lamentó el máximo representante de la ONU.
Guterres también trasladó su total apoyo a todas las víctimas y familias de los afectados. “Se solidariza con todos aquellos que enfrentan el racismo y otras agresiones a sus derechos humanos”, agregó en el escrito.
A su juicio, “este momento de desafío para todos debe ser un momento para defender la dignidad para todos“.
Racismo: veneno de gran alcance
Según la organización Stop APPI Hate, que documenta y aborda el odio y la discriminación antiasiáticos en medio de la pandemia en EEUU, más de 2.800 denuncias por crímenes de odio fueron reportadas entre marzo y finales del año pasado en 47 estados y Washington DC.
Por su parte, la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, denunció que el racismo “es la tarjeta de presentación de los grupos populistas y xenófobos”. Asimismo, dijo que el discurso de odio es cada vez más omnipresente en las redes sociales. En ese sentido, pidió unión a los países para hacer frente a estos “tiempos de prueba”.
Azoulay remarcó que el racismo es un “veneno insidioso. Tiene un gran alcance y siempre está listo para volver a levantar la cabeza, como hemos visto en los últimos meses. Y este veneno nos obliga a hacer un compromiso colectivo”.
Entretanto la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, aseguró que el racismo puso de manifiesto desigualdades profundamente arraigadas en la discriminación.
Bachelet defendió que la recuperación de la crisis debe “abordar el desafío de la discriminación racial, y la desigualdad social y económica que se fundamenta en ella”.
The world has witnessed deadly attacks, harassment & discrimination against Asians & people of Asian descent.
— António Guterres (@antonioguterres) March 23, 2021
These acts have perpetuated a centuries-long history of scapegoating, exploitation & abuse.
This moment of challenge for all must be a time to uphold dignity for all.