Los mandatarios se comprometieron a continuar trabajando "juntos" para fortalecer la "relación bilateral"
Johnson y Trump sostuvieron una conversación telefónica para abordar el tema de la pandemia de COVID-19 (EFE / Archivo)
21 de abril de 2020 3:26 PM | Con información de EFE
15 minutos. El primer ministro británico, Boris Johnson, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, coincidieron este martes en la importancia de presentar una "respuesta internacional" a la crisis generada por la pandemia de COVID-19.
A través de una llamada telefónica, Johnson y Trump también discutieron "la continua cooperación entre el Reino Unido y los Estados Unidos en la lucha contra la pandemia".
Johnson abandonó el 12 de abril el hospital, tras varios días ingresado para tratarse de los síntomas del coronavirus. El ministro británico todavía se recupera en su residencia campestre de Chequers, a las afueras de Londres.
Los mandatarios se comprometieron a continuar trabajando "juntos" para fortalecer la "relación bilateral" entre ambos países. "Incluso mediante la firma de un acuerdo de libre comercio lo antes posible", de acuerdo con una nota oficial.
El Reino Unido retomó este lunes las negociaciones para abandonar de forma definitiva la Unión Europea el próximo 31 de diciembre, tras lo que espera negociar acuerdos comerciales con otros países, entre ellos la potencia norteamericana.
A finales de semana está previsto que Johnson hable también por teléfono con la reina Isabel II, que este martes cumplió 94 años.
El portavoz gubernamental enfatizó que el "premier" continúa con su recuperación y que no está "formalmente" ejerciendo labores de gobierno, sino que es el ministro de Exteriores, Dominic Raab, quien ocupa su lugar.
Raab responderá mañana miércoles a las preguntas de los diputados en el Parlamento durante la sesión semanal de control al gobierno. Presidirá también una reunión del gabinete el jueves.
El portavoz del Gobierno, Olivier Véran, rechazó de forma tajante la propuesta sindical de buscar una mediación que ayude a superar la crisis social y política que vive Francia desde hace semanas a cambio de aparcar la aplicación de la reforma