15 minutos. Los hutíes del Yemen atacaron este sábado con diez aviones no tripulados un importante complejo de refinerías y yacimientos de la petrolera estatal saudí Aramco en el este de ese país árabe, informaron fuentes rebeldes y de Riad.
La acción se produjo a primera hora de la mañana contra el complejo petrolero de Al Shaiba y se trató de la “mayor operación de las armas aéreas” contra objetivos saudíes, afirmó el portavoz militar hutí, Yahia Sarea, en declaraciones recogidas por la televisión Al Masira, controlada por los rebeldes.
De acuerdo con la fuente, el punto atacado es el principal almacén petrolero de Arabia Saudí, con unos 1.000 millones de barriles de crudo.
Pertenece, siempre según los hutíes, al gigante Aramco, que las agencias crediticias Moody’s y Fitch consideran la empresa con más ganancias del mundo, con un beneficio neto que estimaron en 111.100 millones de dólares en 2018.
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El ministro saudí de Energía, Jaled al Saleh, confirmó en un comunicado el ataque con “drones bomba” y detalló que éste provocó un incendio ya bajo control y daños materiales menores, pero no causó bajas humanas ni afectó a la producción petrolera ni a las exportaciones del país.
Los ataques con drones a aeropuertos y objetivos militares y petroleros saudíes son comunes desde las filas rebeldes, y en las últimas semanas se han producido casi diariamente.
El conflicto yemení estalló a finales de 2014 cuando los rebeldes ocuparon Saná y otras provincias del país y expulsaron al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, hoy exiliado en Arabia Saudí.
Riad y sus aliados árabes intervienen militarmente en el conflicto desde marzo de 2015 para tratar de derrotar a los hutíes, apoyados por Irán, y restituir al dirigente exiliado.
Paralelamente, en los últimos días se desató un conflicto dentro de Adén, la sede provisional del Gobierno yemení reconocido internacionalmente, donde separatistas sureños lanzaron un golpe de Estado contra las instituciones oficiales.
Según la ONU, más de 24 de los 30 millones de habitantes necesitan asistencia internacional para cubrir sus necesidades básicas en un país que tiene la “peor catástrofe humanitaria del planeta”.