15 minutos. La guerrilla separatista del Ejército de Arakan (AA) secuestró al parlamentario birmano Hoi Tin, informaron las Fuerzas Armadas de Birmania.
Hoi Tin es miembro de la Cámara Alta del Parlamento por la circunscripción de Paletwa, en el sur del estado Chin y colindante con el estado de Arakan (Rakáin).
El secuestro ocurrió en una remota zona en la que el AA lleva operando desde hace años, cuando navegaba hacia Arakan por el río Kaladan en dirección a la capital de Birmania.
También raptaron a otras 9 personas junto a Hoy Tin, entre ellas 5 ciudadanos indios que supervisaban proyectos en la zona.
Pero, por la mañana de este lunes, liberaron a 8 de los rehenes más el “cuerpo de un hombre muerto”, según el Ejército birmano.
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Por su parte, el AA difundió un comunicado en el que afirma que “un hombre indio de 61 años de edad falleció como consecuencia de un ataque al corazón” durante el secuestro.
El legislador Hoy Tin pertenece a la Liga Nacional para la Democracia (LND), partido liderado por la premio nobel de la paz Aung San Suu Kyi y que gobierna desde 2016.
Así, en el contexto de un conflicto cada vez más enconado, la guerrilla separatista del AA llevó a cabo numerosos secuestros en los últimos meses. Se fijan, especialmente, en miembros de las Fuerzas Armadas y la policía birmana; aunque esta es la primera ocasión en que abduce a un representante parlamentario.
¿De dónde viene el AA?
En el 2009 un grupo de estudiantes nacionalistas de la etnia budista rakáin fundó el AA. En la actualidad se calcula que cuenta con unos 7.000 guerrilleros y muestra cada vez más audacia en sus ataques contra el Ejército y la policía birmanas.
En estos enfrentamientos, que se recrudecieron desde enero cuando murieron decenas de combatientes de ambos bandos, así como civiles. Mientras decenas de miles de habitantes del estado se han desplazado de sus hogares.
Arakan es también la región de los musulmanes rohinyás, a los que las autoridades niegan la ciudadanía y califican como “inmigrantes bengalíes”.
Más de 730.000 rohinyás huyeron de Arakan a Bangladesh tras una campaña militar en agosto de 2017 del Ejército, que ha sido acusado de genocidio por investigadores de la ONU.
