15 minutos. El presidente español, Pedro Sánchez, y el líder de Vox, Santiago Abascal, protagonizaron este miércoles un duro intercambio de acusaciones en el Congreso, centrado principalmente en el polémico encuentro del Ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, en el aeropuerto de Barajas.
Ante la pregunta sobre la reunión de Ábalos y Rodríguez, el mandatario aseguró que el Ministro evitó una crisis diplomática, lo que fue considerado como una mentira por parte del líder de Vox. “El señor Ábalos hizo su deber, que fue evitar una crisis diplomática con su intervención”, aseguró Sánchez.
Abascal pide dimisión
Para Abascal, la respuesta ante lo ocurrido debe ser que los responsables dimitan, incluido Sánchez de ser el caso. “Si usted dio la orden, dimita”, dijo el opositor. Lo mismo pidió para Ábalos e Iglesias, a quien se refirió como “delegado de Maduro”. “Si la orden se la dio Maduro a todos ustedes, se pueden ir todos juntos”, concluyó.
En el cara a cara de Sánchez y Abascal durante la sesión de control al Gobierno, el representante de Vox acusó al líder socialista de haber llegado al Palacio de la Moncloa “caminando y cabalgando” sobre la mentira a los españoles”.
Abascal afirmó que no le extraña que un Gobierno “ilegítimo” como el de Sánchez se reúna con un Gobierno “ilegal” como el de Venezuela; igual que el presidente mantuvo un encuentro la pasada semana con el presidente “ilegal” de Cataluña, Quim Torra. “Por eso está dispuesto a deslegitimar a cuatro millones de españoles, para ocultar que está encamado con comunistas, separatistas y proetarras”.
Por su parte, Sánchez, se refirió a Vox como “ultraderecha”, acusando a ese partido de “hacerse pasar por amigo” de Venezuela a pesar de “estigmatizar a los inmigrantes” en España. “Les importa tanto Venezuela como España, nada; solo la utilizan para hacer lo único que saben, ruido”, aseveró.
Guaidó en el centro del debate
Otro punto de desencuentro durante la sesión de control, también relacionado con Venezuela, fue la mención de Guaidó como líder de la oposición por parte de Pedro Sánchez, a pesar de que hace un año su Gobierno lo reconoció como presidente encargado del país suramericano.
Al defender la labor de Ábalos, Sánchez subrayó la apuesta de España por una Venezuela donde prime “el encuentro, la democracia y la reconciliación”. Para demostrarlo, recurrió a unas palabras de Guaidó hablando de “las mejores relaciones” entre España y Venezuela. “Está clara cuál es la postura del líder de la oposición”, dijo sobre Guaidó.
La afirmación de Sánchez generó la reacción de la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo.
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Esta comenzó su interpelación al ministro Ábalos exigiendo una “rectificación pública” tras llamar a Juan Guaidó “líder de la oposición” y no presidente encargado de Venezuela, “asumiendo el lenguaje del chavismo”, del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y “de una torturadora”, término con el que se refirió en todo momento a la vicepresidenta de Venezuela.
Por su parte, Ábalos, aseguró que el Gobierno “continúa reconociendo y respaldando al presidente encargado Guaidó”. Además aseguró que “con este fin estamos dispuestos a desplegar todos los esfuerzos”.