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Mira lo que dijo este representante del ELN sobre la paz en Colombia y Venezuela

Pablo Beltrán aseguró que cuentan con "presencia allí", refiriéndose al territorio venezolano

"Las protestas reflejan la degradación de las Fuerzas Armadas", reafirmó (El Tiempo/Zuma Press)

15 minutos. El jefe negociador del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en La Habana, Israel Ramírez Pineda, más conocido como Pablo Beltrán, aseguró este lunes que la guerrilla no cierra las puertas a volver a negociar la paz con el Gobierno de Colombia. Sin embargo, insistió en un alto el fuego mutuo como requisito previo.

Pablo Beltrán dijo, en una entrevista desde La Habana que, pese a más de año y medio desde que se rompieron las negociaciones con el Gobierno de Iván Duque, ambas partes conocen lo que el otro piensa al respecto. Asimismo, señaló una vez más la propuesta de un alto el fuego mutuo con el que iniciar los primeros pasos.

El jefe negociador del ELN abordó varias cuestiones vinculadas al proceso de paz. Específicamente, las recientes movilizaciones contra el Gobierno y la violencia policial en varias ciudades del país, así como la supuesta colaboración de Venezuela con la guerrilla, según acusaron algunos sectores.

“Hay un debate en Colombia sobre la reestructuración de las Fuerzas Armadas y el Gobierno ha tratado de crear una distracción diciendo que es un plan de la guerrilla, especialmente nosotros”, argumentó Beltrán. Igualmente, explicó que los recientes asesinatos y masacres cometidas contra jóvenes, lideres sociales y antiguos combatientes de las disueltas FARC fueron el detonante de las recientes movilizaciones.

Las protestas

“Hemos tenido 64 masacres este año en Colombia, que no habían ocurrido en ningún año anterior. Ha habido un repunte de lo que ellos llaman limpieza social y limpieza política de opositores y líderes comunitarios, que ha provocado mucha ira”, apuntó.

Las protestas reflejan la degradación de las Fuerzas Armadas“, reafirmó. Lo hizo tras recordar los asesinatos de jóvenes manifestantes en las calles de Bogotá, o la violación a finales de junio de una niña indígena por hasta 7 militares del Ejército de Colombia.

Por otro lado, y ante las acusaciones de que el régimen de Nicolás Maduro estaría detrás de un supuesto apoyo al ELN, Pablo Beltrán dijo que cuentan con “presencia allí”, pues hay una porosa frontera de más de 2.000 kilómetros cuyos “límites no están bien definidos”. No obstante, eso no significa que sean “una guerrilla binacional”.

“No suplantamos a las autoridades en Venezuela. Vamos a hacer todo lo que podamos para que no haya guerra entre los dos Estados… pero eso es muy diferente que decir que apoyamos al Gobierno de Caracas“, dijo.

Otra de las cuestiones que trató el representante del ELN fueron los asesinatos contra antiguos guerrilleros de las disueltas FARC, unos 230 desde que se firmaron los acuerdos de paz en 2016. Los calificó de “escándalo” y se preguntó si el ELN “vivirá este mismo martirio” tras una posible desmovilización.

Posibles negociaciones

Pablo Beltrán también negó que el Gobierno de Cuba le haya solicitado dejar el país. El Gobierno de Estados Unidos (EEUU) justificó sus recientes sanciones económicas contra la isla bajo el argumento de que se estaba cobijando al ELN.

“Es una cuestión de principios”, dijo. Cuba y Noruega son países que garantizan el funcionamiento de las conversaciones de Colombia con el ELN y “cumplen con los protocolos internacionales y el Gobierno de Bogotá debe respetarlos”.

En ese sentido, señaló que el equipo negociador de la guerrilla está esperando que Colombia designe a sus delegados “para que haya reuniones iniciales discretas y confidenciales”. De esta forma, “ver cuáles son las expectativas mutuas”.

“Estamos disponibles aquí, en Cuba, o en donde sea. Lo importante es que empecemos a mirar las posibilidades de relanzar las negociaciones“, remarcó.

El presidente de Colombia, Iván Duque, suspendió las conversaciones de paz con el ELN a finales de 2019, tras 2 años de reuniones. Lo hizo después de que la guerrilla asumiera la autoría de un atentado sobre la Escuela de Cadetes de la Policía General, en Bogotá, que ocasionó la muerte de 22 reclutas.

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