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Ecuador va a elecciones para un cambio de Gobierno ante el abismo de un colapso económico

Los ecuatorianos tendrán que optar por uno de los 16 candidatos entre los que se encuentran el protegido de Correa, un empresario conservador y un líder indígena

Operarios del CNE trabajan en la distribución de material electoral para las elecciones generales (EFE/José Jácome)

15 minutos. Ecuador se dirige este domingo a unas elecciones llamadas a hacer historia: con un número inédito de candidatos a la Presidencia y en plena pandemia de coronavirus, el país se enfrentará a un cambio de Gobierno ante el abismo de un colapso económico.

Los votantes, preocupados por las desesperantes cifras macroeconómicas, tendrán que elegir además a los 137 diputados que conforman la Asamblea Nacional -6 de los cuales representan a la comunidad ecuatoriana en el extranjero- y los 5 representantes del Parlamento Andino.

La campaña para las elecciones en Ecuador se ha caracterizado por numerosos contratiempos en la inscripción de los candidatos. Sin embargo, el proceso parece seguir adelante en una carrera contrarreloj.

Hacerse con el control del Parlamento es fundamental. De ello depende la habilidad para gobernar del que sea elegido para suceder a Lenín Moreno. El actual presidente, ha visto dificultado su mandato debido a una legislatura fragmentada que no ha dudado en poner cortapisas a sus iniciativas parlamentarias.

Momento clave

Desde el Gobierno piden "sosiego" para que impere la convivencia en un país que se vio sumido en una ola de fuertes protestas a finales de 2019, cuando el Ejecutivo impulsó una reforma económica que incluía la retirada de un subsidio al combustible que, en palabras del mandatario, "solo beneficiaba a contrabandistas".

Este acercamiento al plan de ajuste del Fondo Monetario Internacional llevó al país a un estado de excepción y al traslado de la sede de Gobierno en un periodo de convulsión social que se extendió por Latinoamérica.

Ahora la aprobación de Moreno se encuentra por debajo del 10%. Este bajo índice es similar al de la Asamblea Nacional, una especie de almazuela de partidos con la Alianza País al frente.

Las elecciones en Ecuador suponen así un momento clave para la política regional. La reactivación económica se encuentra en punto muerto ante los devastadores efectos de una pandemia que se cobró ya más de 1 millón de vidas en todo el continente.

En Ecuador, precisamente, la obligatoriedad de acudir a votar en territorio nacional llevó a las autoridades de ciertas zonas, como Quito, a pedir el uso de 2 mascarillas para una protección eficaz contra el coronavirus a la hora de acudir a los recintos electorales.

Disputas entre el CNE y el TCE

En un giro de acontecimientos en plena campaña, el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) protagonizaron una serie de encontronazos que desembocaron en un cruce de acusaciones sobre intromisiones indebidas.

La polémica entre los dos organismos estalló en enero a raíz de la inscripción de la candidatura de Álvaro Noboa, de Justicia Social. El caso llevó a la salida del citado candidato de la contienda electoral. Además, provocó la destitución de 4 miembros del CNE por no haber acatado la sentencia del TCE sobre la extensión del plazo para inscribir candidaturas.

Los caóticos preparativos para las elecciones se toparon, además, con la exclusión del expresidente de Ecuador Rafael Correa del proceso. El CNE le prohibió, incluso, aparecer en los anuncios electorales del partido Unión por la Esperanza.

Problemas con las papeletas

La campaña, que finalizó el 4 de febrero, dejó tras de sí una estela de incertidumbre. A mediados de enero, cuando se habían impreso aproximadamente la mitad de las papeletas necesarias, el CNE advirtió un error que afectaba al candidato presidencial Pedro José Freites y su movimiento, Acción Movilizadora Independiente Generando Oportunidades (AMIGO). Esto llevó a una destrucción de las papeletas y una reimpresión de las mismas.

Con una auditoría ya abierta, el CNE volvió a plantearse aplazar los comicios a finales de enero tras un nuevo retraso en la impresión. Dicho atraso se debía a la admisión por parte del TCE de un recurso presentado por el movimiento Justicia Social. Este se relacionaba con la inscripción de sus candidatos al Parlamento Andino.

La impresión de las papeletas para la contienda electoral está ahora completada al 100%. Sin embargo, la orden de impresión de las papeletas para el órgano de control político de la comunidad andina no se emitió hasta el 1 de febrero. Para su efectiva distribución, el CNE contó con la ayuda de las Fuerzas Armadas ecuatorianas, que recalcaron en todo momento que "garantizarían la votación".

No obstante, desde el Gobierno de Ecuador insisten en la viabilidad de las elecciones, que apunta, según los sondeos, a una nueva victoria del correísmo de la mano de Andrés Arauz, al que Correa respalda desde Bélgica.

Los candidatos y la corrupción

Este domingo, los ecuatorianos tendrán que optar por uno de los 16 candidatos que se presentan a la contienda. Entre ellos que se encuentran el protegido de Correa, un empresario conservador y un líder indígena. Si ninguno logra más del 40% de los votos con una ventaja de 10 puntos, el 11 de abril habrá una segunda vuelta.

Andrés Arauz parte como favorito y es además el candidato más joven de todos. Asegura que devolverá al país a la senda del correísmo y pondrá punto y final a las "políticas neoliberales" de Moreno. Crítico con el préstamo del FMI, busca revertir los recortes del anterior Gobierno y ha prometido dar ayudas a las madres ecuatorianas.

Todo esto podría granjearle la victoria, siempre y cuando consiga que la condena de Correa por corrupción no recaiga sobre sus hombros. Por detrás de él en las encuestas se encuentra Guillermo Lasso, que busca por tercera vez lograr la Presidencia.

Su idea es lograr el voto de las élites empresariales, los conservadores y los votantes de centro-derecha. Su promesa es crear 1 millón de empleos e impulsar un sistema sanitario universal en plena pandemia.

Para Lasso el correísmo es cosa del pasado, un "fracaso que incluye corrupción en todos sus niveles". Durante la campaña trató de atraer el voto de los detractores de Correa frente a un candidato que cuenta con menos popularidad que Moreno cuando se presentó a los comicios en 2017.

La candidatura de Yaku Pérez, por otra parte, representa el punto medio entre ambos: busca hacer frente al correísmo y a la derecha ecuatoriana.

El indígena y activista medioambiental ganó notoriedad en 2019 en el marco de las protestas contra el Gobierno. Tratará de hacerse con el nicho de votos que representan los electores de izquierda contrarios a Correa y su legado político.

Irrupción del ELN en la campaña

El tablero electoral adquirió durante los últimos días una dimensión internacional tras las acusaciones de una presunta financiación de la campaña de Arauz por parte de la guerrilla colombiana del ELN.

La polémica se desató después de que la revista Semana sacara a la luz presuntos archivos que habrían pertenecido a Andrés Felipe Vanegas Londoño, alias 'Uriel', uno de los líderes del ELN abatido recientemente. Esto llevó al propio Moreno a solicitar información al Gobierno colombiano.

Dichos documentos, analizados por la Inteligencia colombiana, apuntarían a una "aporte" de unos 66.000 euros para la campaña de Arauz y señalan que 'Uriel' habría mantenido conversaciones con el expresidente Correa recientemente.

El exmandatario, que será el principal apoyo de Arauz desde el extranjero, insiste en negar dichas acusaciones y vincularlas al uribismo. Además, subraya que sólo conoció a miembros de la guerrilla cuando se encontraba al frente del país. Entonces, propuso Ecuador como escenario para los acuerdos de paz con el Gobierno colombiano, por entonces presidido por Juan Manuel Santos.

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