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Activista colombiana recibe el máximo premio anual de ACNUR

Mayerlín Vergara trabajó más de dos décadas en el rescate de niños víctimas de redes de tráfico y explotación sexual

La labor de Vergara fue clave para que Colombia aprobara dos leyes importantes en la lucha contra el tráfico infantil (EFE/ACNUR/Nicolo Filippo Rosso)

15 minutos. La activista colombiana Mayerlín Vergara Pérez, de la Fundación Renacer, es la galardonada este año con el Premio Nansen, la máxima distinción de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que reconoce así su compromiso en la lucha contra la explotación sexual infantil.

Vergara, también conocida como "Maye", trabajó más de dos décadas en el rescate de niños víctimas de redes de tráfico y explotación sexual, muchos de ellos refugiados, resaltó ACNUR en un comunicado.

Destacó que la también educadora coordina desde Cartagena de Indias la actividad de una fundación que, en sus 32 años de existencia, asistió a más de 22.000 adolescentes y niños supervivientes de la prostitución y otros tipos de violencia sexual y de género.

"Personas como Maye muestran lo mejor del ser humano. Su valentía y su altruismo para rescatar y proteger a los niños más vulnerables son simplemente heroicos", dijo el alto comisionado de ACNUR, Filippo Grandi.

Según Grandi, "con su dedicación salvó las vidas de cientos de niños refugiados y les devolvió la esperanza en un mundo mejor".

En la nota, la galardonada recordó que la explotación sexual tiene un enorme impacto emocional, psicológico y social en los menores.

"Nos encontramos con niñas que piensan que sus cuerpos, tan maltratados y objeto de abusos, ya no les pertenecen", denunció.

Una labor clave

ACNUR subrayó que Maye en ocasiones arriesgó su vida durante su misión. Esta a menudo implica recorrer a pie remotas comunidades del noreste colombiano donde operan traficantes de personas.

Esta agencia señaló que la labor de Vergara fue clave para que Colombia aprobara dos leyes importantes en la lucha contra el tráfico infantil.

La primera de ellas imponía penas mínimas de catorce años de prisión para los condenados por este tipo de delitos. Por su parte, la segunda castigaba también a los propietarios de establecimientos donde se cometieran.

La situación de los refugiados en Colombia, niños y adultos, se deterioró en los últimos años, con la llegada desde 2015 de alrededor de 1,7 millones de personas de la vecina Venezuela, algunas de ellas en situaciones desesperadas que las convierten a menudo en presas fáciles de las redes de tráfico.

De acuerdo con datos de las autoridades colombianas, las víctimas de estas redes aumentaron un 23 % en el último lustro.

El premio anual de ACNUR, otorgado por primera vez en 1954, toma su nombre del explorador noruego y pionero en la lucha por los derechos de los refugiados Fridtjof Nansen (1861-1930).

En años recientes lo consiguieron, entre otros, el equipo de voluntarios que en Grecia ayudó a atender la crisis de refugiados de 2016 o la organización colombiana Mariposas de Alas Nuevas, por su asistencia a las mujeres desplazadas.

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