15 minutos. Al menos 36 migrantes murieron en el año 2022 cuando intentaban cruzar la selva del Darién, fronteriza entre Panamá y Colombia y una de las rutas más peligrosas del mundo. Así o indicó este martes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La cifra, obtenida a partir de los datos del Proyecto Migrantes Desaparecidos (que ofrece información actualizada a diario sobre personas que perecen en rutas migratorias de todo el planeta), es posiblemente “solo una pequeña fracción del verdadero número de vidas que se pierden” en esa zona, advirtió la OIM en un comunicado.
“Muchos migrantes fallecen en el Tapón del Darién sin que sus restos sean recuperados o notificados”, subrayó la organización. La OIM reclama el establecimiento de rutas alternativas “seguras, ordenadas y regulares para evitar que los migrantes estén en situación de vulnerabilidad”.
OIM también pide investigar las redes de tráfico de personas. Asimismo, exige un aumento de las inversiones y el apoyo en las comunidades de acogida de los migrantes.
El organismo de Naciones Unidas (ONU) dio esta cifra una semana después de que el Gobierno panameño informara que en 2022 el número de migrantes que atravesaron el Darién casi se duplicó con respecto a 2021. Se elevó a casi 250 mil (incluidos 150 mil venezolanos, 29 mil ecuatorianos, 22 mil haitianos y casi 6 mil cubanos).
Este aumento, afirmó la OIM, “coincide con el deterioro de las condiciones económicas y sociales en los países de origen y en toda Latinoamérica”. Esta coyuntura, según la organización, requiere “una respuesta regional coordinada y cooperación internacional para afrontar las urgentes necesidades humanitarias”.