15 minutos. La agencia de viajes y envíos de paquetes y dinero a Cuba en Miami-Dade, Cubamax Travel, negó que sus dueños sean familiares del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, después de que en algunos de sus locales aparecieran dibujos de esvásticas y la palabra “comunistas”.
Los dueños de Cubamax Travel publicaron un comunicado en sus redes sociales. En este anuncian que demandarán judicialmente a los responsables de las “falsas, mal intencionadas e irresponsables calumnias” publicadas en su contra en las redes sociales.
Además de negar ser familia de Díaz-Canel y recibir órdenes del Gobierno cubano, la empresa se desligó de las acusaciones de haber suministrado al Gobierno cubano los chalecos antimotines y otros equipos con los que fueron vista las tropas especiales de choque actuando frente a quienes protestan en Cuba desde el pasado 11 de julio.
Demandarán a youtuber
La empresa anunció que emprenderá acciones legales en contra del youtuber Alexander Otaola y otras personas responsables de “tales difamaciones”.
“Queremos aclarar que no existe vínculo familiar alguno entre los dueños de Cubamax Travel y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ni Cubamax recibe órdenes directas o indirectas del Gobierno de Cuba como alegó en su programa el youtuber”, indica el comunicado.
Medios locales publicaron fotografías tomadas este lunes de un establecimiento de Cubamax Travel en Hialeah. Las mismas muestran 2 grandes cruces gamadas, el símbolo de los nazis, dibujadas en rojo sobre una cristalera cubierta de avisos comerciales.
El comunicado indica que la “falsa información” ha proliferado en unas redes sociales “caldeadas por las recientes manifestaciones populares que ocurrieron en Cuba”. Agrega que tienen el “objetivo de afectar y sabotear el trabajo de 20 años e incitar la violencia contra nuestra compañía, directivos, empleados y sus familiares”.
Según su web, Cubamax Travel se fundó en la ciudad de Hialeah en el año 2001. Actualmente dispone de 7 sucursales, localizadas en las ciudades de Hialeah, Miami, West Palm Beach, Kissimmee y Orlando.
El 11 de julio estallaron en Cuba protestas callejeras pacíficas para reclamar libertad. Desde entonces, la comunidad cubana del sur de Florida se ha movilizado y reclamado la intervención de EEUU para poner fin a la “tiranía”.