15 minutos. A todos, aunque sea una vez en la vida, nos han dado una palmadita en los hombros o en la espalda para enderezarnos porque nos ven torcidos. Lo notan por la posición que adopta la columna vertebral cuando relajamos el cuerpo más de la cuenta, eso que llamamos postura.
Nuestra columna vertebral tiene tres curvas naturales que deben mantenerse, pero jamás acentuarse. Esas curvas naturales están en el cuello y en la parte media y baja de la espalda. Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de Estados Unidos (EEUU) definen como «postura correcta» aquella en la cual la cabeza se levanta erguida sobre los hombros y los hombros se alinean perfectamente con las caderas.
Los NIH también clasifican la postura de dos formas: dinámica y estática. La postura dinámica hace referencia a como nos movemos al caminar, correr o agacharnos. La postura estática apunta a lo contrario; es decir, cuando estamos en reposo, bien sea acostados, de pie o sentados.
Vernos desalineados no es algo que deseemos ni planifiquemos, al menos conscientemente, pero ese es el menor de los problemas. «La forma en que adopta una postura puede ayudar o perjudicar su salud durante su vida. Implica su sistema musculoesquelético. Esto incluye sus huesos, músculos, articulaciones y otros tejidos que conectan las partes de su cuerpo», explican desde los NIH.
Mi caso, que puede ser el tuyo
Fui diagnosticada con escoliosis lumbar levoconvexa en 2015. La escoliosis es la curvatura anormal de la columna vertebral; se denomina lumbar cuando aparece en la zona baja de la espalda y es levoconvexa porque la curvatura es hacia la izquierda.
Tengo dolor, pero afortunadamente no es crónico y tampoco amerita cirugía. De hecho, tomé los medicamentos para tratar la tortícolis que me llevó al médico a descubrir mi nueva realidad y me olvidé del tema. Unos años después, me lesioné el tobillo derecho y tuve que volver a consulta. Mi nuevo traumatólogo me diagnosticó otra condición: hiperlaxitud articular. Esto significa que, además de tener la espalda «zurda», sufro de mayor flexibilidad en las articulaciones, músculos, cartílagos y tendones (uno de estos, el peroneo, era el responsable de que estuviera cojeando). Esta vez, no sólo me indicaron medicinas; para descartar una operación, tenía que hacer rehabilitación. Fue en esta etapa cuando conocí a Miguel.
Miguel es mi fisioterapeuta. Él me ayudó a recuperar la movilidad del tobillo y a vivir sin ese dolor hasta el día de hoy. Dejé de usar tacones por recomendación médica y por precaución, pero la molestia jamás volvió.
Por su constancia, paciencia y profesionalismo no dudé en contactarlo nuevamente cuando otra señal de alarma me obligó a volver al traumatólogo. Igual de repentino que el del pie fue el dolor que comencé a sentir en la rodilla izquierda. Sí, izquierda, como mi escoliosis. Mi traumatólogo confirmó mis sospechas: no se trataba de un hecho aislado, lo que resultó ser una buena noticia, ya que sacaba de la escena cualquier otra enfermedad que pudiera estar afectándome. El plan era el mismo: calmantes y rehabilitación. Miguel al rescate por segunda vez. Dejé de cojear y el dolor disminuyó notablemente, pero la escoliosis no va a desaparecer, así que estoy aprendiendo a vivir con ella y a cuidarme.
Consejos del que sabe
¿Pero cómo se cuida una persona que no está acostumbrada a hacer ejercicios y que trabaja sentada por muchas horas al día, incluso los fines de semana?
Miguel tiene la respuesta: «Lo principal que debe hacer una persona que permanece en la misma posición durante mucho tiempo es moverse. Nunca va a ser perjudicial generar dolor y romper con la rutina laboral; por lo contrario, el cuerpo está diseñado para moverse».
Levantarse a tomar agua y estirar el cuello y todo el miembro superior son acciones simples pero efectivas para aumentar la movilidad.
¿Y qué sucede si la mayor parte de la jornada la pasamos de pie? «Es igual que estar sentado mucho tiempo: debemos someter al cuerpo a movimientos, ya que sostener una postura fatiga la musculatura».
Miguel no cree que exista una «postura incorrecta», en los términos de los NIH, «sino adaptaciones músculo esqueléticas que producen o generan una sensación de dolor. Nuestro cuerpo puede tomar infinidad de posiciones sin necesariamente lesionarse».
Los pacientes de Miguel, por lo general, padecen alteraciones músculo esqueléticas en la espalda de tipo cervical (a la altura del cuello) y lumbar (cerca de las caderas), así como en las rodillas. Los jóvenes lo buscan, sobre todo, por problemas articulares, mientras que los adultos por sedentarismo o traumatismos (golpes o caídas).
El secreto de la longevidad
La salud del sistema musculoesquelético no depende exclusivamente de la postura de nuestra columna o de la ejercitación física. Lo que comemos influye, y bastante. «Nuestro combustible es la alimentación, siempre que sea balanceada. Debemos tratar de disminuir el consumo excesivo de azúcares y grasas, ya que a largo plazo pueden dañar el funcionamiento de todo nuestro cuerpo».
Miguel es un fisioterapeuta que parece instructor de gimnasio. No siente culpa de almorzar hamburguesas o merendar helados porque sabe que el efecto durará poco en su organismo.
«Entreno porque mi cuerpo me lo pide, él siempre habla y debemos escucharlo. La tonificación muscular produce longevidad, mientras que el exceso de grasa resta vida. La mayor razón que me hace entrenar es la prevención. Una persona que hace ejercicios disminuye en un 80 % el riesgo de enfermedades graves, ya que estimula el sistema cardiorrespiratorio, nervioso central e inmunológico. Ese es el secreto de la eterna juventud», comenta sonriendo mi fisioterapeuta fitness.
Miguel Romero González trabaja a domicilio en Venezuela, pero puedes contactarlo para consultas en línea. Créanme: sus manos «hablan» mejor que yo.
Comunidad de Orlando, Florida
El Deuk Spine Institute, con sede en Melbourne, Florida, planea abrir un centro de cirugía ambulatoria (ASC) en la ciudad de Orlando.
El instituto se especializa en curar el dolor de espalda y de cuello mediante cirugía de columna láser mínimamente invasiva.
El edificio de una sola planta y 18.500 pies cuadrados contará con 2 quirófanos, una sala de procedimientos y una clínica de imágenes, según Becker’s ASC.
El proyecto se presentará ante la junta de planificación municipal de Orlando en junio de este año para la aprobación del plan maestro. Deuk Spine Institute tiene oficinas en Melbourne y Titusville.
Este artículo fue publicado originalmente en Desperdigadas.
