15 minutos. El Rey León que Jon Favreau realizó para Disney tuvo una buena acogida, según las cifras de taquilla.
La película sumó, también, detractores por rehacer los clásicos del estudio para “hacer caja”, a la par que otro sector rememora su infancia.
Uno de los animadores del filme original estrenado en 1994, David Stephan, carga con dureza contra este remake en una entrevista.
“Si preguntas al primer equipo que trabajó en El Rey León, la mayoría te diría: ‘¿Por qué? ¿De verdad era necesario hacer esto?”
Incluso se lamentó: “Es muy triste que el accionista esté ahora en la misma sala, decidiendo qué películas se hacen”.
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Stephan fue uno de los encargados de hacer a las hienas que acompañaban a Scar, y participó en la recordada secuencia inicial de El ciclo sin fin.
Por esto, expresa su dolor al ver el rumbo que Disney tomó estos últimos años.
“Es decepcionante, como artista, ver esto de un estudio fundado sobre la originalidad y el arte”, declaró.
De los diseñadores y animadores entrevistados, Dave Bossert también puso sobre la mesa una carencia compartida del nuevo remake.
“Ojalá transmitiesen más emoción en la mirada. Cuando un personaje está hablando, los ojos podrían abrirse un poco más, elevar y arquear las cejas” expresó Bossert.
Confía en que esos cambios “podrían haber dado a la película el empujón que le falta”.
Sin embargo, aplaude la decisión de mantener a la voz original de Mufasa en inglés, James Earl Jones, un bonito homenaje del nuevo equipo.
Fotorrealismo
Otro de los entrevistados, Alexander Williams, puso en valor la animación fotorrealista empleada por Favreau.
“Hoy día todavía hay una sala llena de profesionales que trabajan para que cada píxel esté perfecto.”
Además aseguró que “te sientes como si estuvieras en un documental narrado por David Attenborough, pero con los animales hablando y expresando emociones”.
Williams aprovechó para recordar que ellos no deciden sobre el producto final: “Algunos olvidan que, cuando trabajas en un proyecto para Disney, no te pertenece. Ellos lo poseen, te pagan por trabajar allí, lo cual es un enorme privilegio”.
Precisamente, acusaron de plagio a la primera versión animada de 1994, dirigida por Roger Allers y Rob Minkoff, por usar planos y personajes “demasiado parecidos” a los aparecidos en Kimba, el león blanco, serie de dibujos animados japoneses de los 60.
Al igual que los animadores y los fans, la crítica también está dividida con este remake fotorrealista.
En Rotten Tomatoes, la cinta tiene un 53 % de apoyo, considerándose suspensa, una nota insuficiente para una película que adapta uno de los clásicos más aclamados de la factoría Disney.