15 minutos. Un niño que no estaba vacunado murió en un brote de sarampión en una zona rural del oeste de Texas, informaron el miércoles las autoridades, la primera muerte en Estados Unidos por esta enfermedad respiratoria altamente contagiosa desde 2015.
El niño en edad escolar había sido hospitalizado y murió el martes por la noche, dijeron las autoridades estatales, en medio del brote generalizado, el más grande de Texas en casi 30 años. Desde que comenzó el mes pasado, ha surgido una serie de 124 casos en nueve condados.
El Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas y las autoridades sanitarias de Lubbock confirmaron la muerte a The Associated Press. El hospital de Lubbock donde el niño había sido tratado no respondió a una solicitud de comentarios.
Robert F. Kennedy Jr., el principal funcionario de salud del país y crítico de las vacunas, dijo el miércoles que el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos está “observando” los casos, aunque no proporcionó detalles sobre cómo está ayudando la agencia federal. Desestimó el brote de Texas como “no inusual” durante una reunión del miércoles de los miembros del gabinete del presidente Donald Trump.
“Estamos siguiendo la epidemia de sarampión todos los días”, dijo Kennedy. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos le han dicho a la AP que están proporcionando vacunas, así como apoyo técnico y de laboratorio en el oeste de Texas, pero el departamento de salud del estado está liderando la respuesta.
El gobernador de Texas, Greg Abbot, dijo a través de un portavoz que su oficina está en comunicación regular con el departamento de salud estatal y los epidemiólogos, y que los equipos de vacunación están en el “área afectada”.
Virus ataca en comunidades antivacuna
Los CDC han dicho que solo proporcionarán actualizaciones semanales sobre el brote de sarampión, y aún no han actualizado su página web pública para reflejar la muerte del niño. Los datos del departamento de salud de Texas muestran que la mayoría de los casos de sarampión reportados son en niños.
El virus se ha propagado en gran medida entre las ciudades rurales del oeste de Texas, salpicadas de plataformas petrolíferas, y los casos se concentran en una comunidad menonita “muy unida y poco vacunada”, dijo Lara Anton, portavoz del departamento de salud.
El condado de Gaines, que ha informado de 80 casos hasta ahora, tiene una sólida comunidad de escuelas privadas y de educación en el hogar. También alberga una de las tasas más altas de niños en edad escolar de Texas que han optado por no recibir al menos una vacuna obligatoria, y casi el 14 % se saltó una dosis obligatoria el año pasado.
Las tasas de vacunación han disminuido en todo el país desde la pandemia de COVID-19, y la mayoría de los estados están por debajo del umbral de vacunación del 95 % para los niños de jardín de infantes, el nivel necesario para proteger a las comunidades contra los brotes de sarampión.
La serie de vacunas es obligatoria para los niños antes de ingresar al jardín de infantes en las escuelas públicas de todo el país.
