15 minutos. Varios agentes del Servicio Secreto que estuvieron presentes durante el atentado contra Donald Trump fueron reasignados en puestos administrativos.
Al menos cinco agentes de la agencia federal, incluyendo al jefe de la oficina de Pittsburgh, fueron reasignados, según informaron medios estadounidenses.
La directora del Servicio Secreto para ese momento, Kimberly Cheatle, renunció unos días después debido a la presión de congresistas y miembros del equipo de Trump.
Los legisladores del país también habían pedido el despido de los agentes que estuvieron presentes ese día. Sin embargo, Ronald Rowe, el jefe interino del Servicio Secreto, se opuso a expulsar a algún oficial antes de que concluya la investigación sobre el atentado.
El portavoz del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi, no confirmó los reportes. “Estamos examinando los procesos, procedimientos y factores que llevaron a este fallo operativo”, advirtió, y dijo que “cualquier violación identificada y corroborada de la política será investigada (…) para una potencial acción disciplinaria”.
El pasado miércoles, Trump ofreció su primer mitin al aire libre desde el atentado. El evento mostró nuevas medidas de seguridad, como cristales a pruebas de balas.
Un día después, las autoridades arrestaron en Arizona a un hombre de 66 años que habría amenazado con dispararle al expresidente durante su visita a ese estado.