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Protestas continúan y Trump culpa a la extrema izquierda

La legisladora demócrata, Alexandria Ocasio-Cortez, se preguntó por qué el FBI no trata a los supremacistas blancos como grupos de terrorismo interno

La policía lanzó pelotas de goma y cargó contra los presentes (Joel Marklund/Bildbyran via ZUMA Press/DPA)

15 minutos. La violencia racial prosiguió este domingo en las principales capitales de Estados Unidos (EEUU), mientras el presidente Donald Trump culpó de los disturbios a la extrema izquierda, que personificó en el movimiento Antifa.

Las protestas, que suelen comenzar con un ambiente pacífico, derivan luego en incidentes con las fuerzas de seguridad. Esto, pese a la declaración del toque de queda en al menos 40 ciudades del país y la activación de la Guardia Nacional en 15 estados y en la ciudad de Washington, la capital.

El motivo de las protestas que afectan a decenas de ciudades de todo el país es la muerte del afroamericano George Floyd en Mineápolis. El hombre falleció después de que un policía blanco lo inmovilizase, ya esposado, con la rodilla en el cuello durante varios minutos, a pesar de que rogaba que no podía respirar.

Washington en llamas

Una de las más virulentas de la noche fue la que tuvo lugar en Washington, que inició frente a la Casa Blanca. Allí, los manifestantes prendieron hogueras, que derivaron luego en incendios y enfrentamientos con la policía en zonas aledañas.

El Departamento de Bomberos del Distrito de Columbia informó en su cuenta de Twitter sobre incendios en el sótano de la Iglesia Episcopal St. John's. También lo notificó en una instalación ubicada en el Lafayette Square (la plaza situada frente a la casa presidencial) y en la sede de AFL-CIO, la mayor plataforma de sindicatos del país.

Y como ha ocurrido en otras ciudades en los últimos días, después de un ataque contra un coche patrulla en la calle 14, la policía lanzó pelotas de goma y cargó contra los presentes, incluidos varios periodistas, entre ellos un camarógrafo de EFE/EPA.

La Antifa, grupo terrorista

"Los Estados Unidos de América designarán a ANTIFA como una organización terrorista", tuiteó este domingo Trump cuando miles de personas se preparaban ya para protestar de nuevo por la muerte de Floyd el pasado lunes.

También el fiscal general, William Barr, aseguró en una declaración que ordenará a la Fuerza de Tareas Conjunta del FBI que identifique a los "grupos radicales y agitadores externos" que aprovechan estas protestas para "perseguir su propia agenda".

"La violencia instigada y llevada a cabo por la Antifa y por otros grupos similares en relación con los disturbios es terrorismo doméstico y será tratada en consecuencia", advirtió Barr.

El movimiento antifascista estadounidense, conocido como Antifa, es un pequeño pero ruidoso grupo radical que, tras la llegada de Trump a la Casa Blanca, se ha hecho cada vez más activo. En particular, para contrarrestar las manifestaciones de los supremacistas blancos.

La legisladora demócrata, Alexandria Ocasio-Cortez, se preguntó por qué el FBI no trata a los supremacistas blancos también como grupos de terrorismo interno. Esos grupos son simpatizantes de Trump.

La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) criticó el anuncio de Trump. Dijo que "no tiene la autoridad legal para designar un grupo como (terrorista) interno".

El Gobierno de EEUU tiene una lista de organizaciones internacionales y países a los que considera como terroristas. Sin embargo, no existe un estatuto de terrorismo interno.

Grupos organizados saquean en Los Ángeles

En Los Ángeles, había grupos organizados que se trasladaban en coche iniciando saqueos tras romper cristales de negocios. La ciudad adelantó el toque de queda para evitar incidentes, al tiempo que tenían lugar marchas en protesta por la muerte de Floyd.

Según pudo constatar Efe, las actuaciones violentas sucedieron cuando en calles cercanas cientos de manifestantes protestaban pacíficamente, con minutos de silencio en honor Floyd.

En el caso de Los Ángeles, la tensa situación recuerda a los violentos disturbios que en 1992 se saldaron con más de 50 muertos y 2.000 heridos. Ocurrió tras otro sonado caso de brutalidad policial contra un ciudadano afroamericano.

Tranquilidad en Mineáplis

Y en Mineápolis, donde se originaron estas protestas, las fuerzas de seguridad arrestaron este domingo a unos 150 manifestantes que desafiaron el toque de queda. Fue la primera noche sin violencia desde que estalló la revuelta racial.

A diferencia del sábado, cuando policías y militares utilizaron la fuerza para dispersar las protestas, la estrategia de este domingo fue rodear por completo al grupo. Este, al verse sin salida posible, simplemente claudicó.

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