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Juez anula intento de Trump de negar servicios de salud por creencias

La fiscal de Nueva York indicó que no pueden permitir que la religión condicione la asistencia médica de los estadounidenses

Planned Parenthood aseguró que la puesta en marcha de la regla habría afectado negativamente a más de 600.000 centros de salud (Michael Reynolds/EFE)

15 minutos. Un juez de Nueva York anuló este miércoles el intento de la Administración del presidente de EE.UU., Donald Trump, de permitir que personal de salud se niegue a brindar servicios, incluidos abortos, esterilizaciones o suicidios asistidos, por creencias religiosas o convicciones morales.

En una decisión de 146 páginas, el juez Paul A. Engelmayer, de la corte federal para el distrito sur de Nueva York, dio paso a la demanda presentada por una coalición de 23 estados, ciudades y el Distrito de Columbia contra la regla del Departamento de Salud y Recursos Humanos federal de la Administración Trump, de "objetores por conciencia".

A la demanda se unieron además organizaciones que brindan servicios de salud y planificación familiar, entre ellas Planned Parenthood.

Los demandantes señalaron a la corte que la regla viola la Ley de Proceso Administrativo porque el Departamento de Salud se excedió en su autoridad legal, que es inconstitucional, "arbitraria y caprichosa" y pidieron que fuera anulada o se detuviera su puesta en marcha pendiente de una futura revisión.

Mucho riesgo

De acuerdo con el juez, la regla del Departamento de Salud, dada a conocer el pasado 3 de mayo, pone en riesgo miles de millones de dólares en fondos para atención médica, y entra en conflicto con la prohibición de discriminación en el lugar de trabajo.

La norma, que estaba prevista para entrar en vigor el 22 de noviembre, "refuerza" más de 25 leyes aprobadas por el Congreso y cumplía con la promesa del presidente Trump "de promover y proteger los derechos a la libertad religiosa y de consciencia" de trabajadores de la salud, indicó entonces la agencia sanitaria.

El juez federal indicó que el Departamento de Salud no tiene la autoridad para imponer partes importantes de la regla y que la justificación de la agencia de que respondía a un supuesto "aumento significativo" en las denuncias de civiles relacionadas con las disposiciones de conciencia eran falsas.

El magistrado también señaló en su extensa opinión que la agencia sanitaria no consideró cómo esta regla de conciencia afectaría la prestación de servicios en situaciones médicas de emergencia.

Todo negativo

La decisión de la corte fue celebrada de inmediato por la fiscalía general de Nueva York que lideró la acción legal de la coalición de estados.

"La atención médica es un derecho básico que nunca debe estar sujeto a juegos políticos. Una vez más, los tribunales han bloqueado los planes de la Administración Trump de implementar una regla discriminatoria que solo perjudicaría a los estadounidenses", indicó en un comunicado la fiscal general de Nueva York, Letitia James.

"La regla de rechazo de cuidados médicos fue un intento ilegal de permitir que los proveedores de atención médica discriminen abiertamente y se nieguen a brindar los servicios de salud necesarios a los pacientes basándose en las 'creencias religiosas u objeciones morales'" de los proveedores, añadió en un comunicado.

Mientras que Planned Parenthood aseguró que la puesta en marcha de la regla habría afectado negativamente a más de 600.000 centros de salud, incluido Planned Parenthood, y "creado barreras para los proveedores que desean proporcionar la gama completa de servicios de salud reproductiva".

Sin discriminación

"La corte de distrito dejó en claro que la Administración actuó fuera de autoridad e hizo afirmaciones falsas para tratar de justificar esta regla", indicó Alexis McGill Johnson, presidenta interina y consejera delegada de Planned Parenthood.

"Esta norma pone las necesidades de los pacientes de último y amenaza su acceso a servicios de salud que pueden salvar vidas. Todos merecen acceder a la atención médica que necesitan", apuntó.

El National Women's Law Center, que también había demandado para detener la norma, afirmó que era una regla "ilegal, discriminatoria e inconcebible".

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