15 minutos. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, informó este lunes que un 6 % de los funcionarios públicos no se han vacunado contra la COVID-19 por lo que a partir de este lunes quedan suspendidos de empleo y sueldo, entre ellos policías y bomberos, que se pronunciaron contra la medida.
El viernes concluyó el plazo dado por la ciudad a todos los funcionarios para que se inocularan al menos la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19 si querían mantener su puesto.
De acuerdo con De Blasio, un 91 % de los empleados públicos cumplió con el requisito de la vacuna, con 3.564 que lo hicieron desde el pasado viernes.
“Tenemos aproximadamente 9.000 empleados en excedencia y sin salario, de un total de casi 400.000”, indicó en su conferencia de prensa diaria el alcalde. A este número habría que sumar los otros 12.000 funcionarios que solicitaron una exención religiosa o médica y esperan una respuesta.
Suben cifras de funcionarios vacunados
El demócrata, que está cerca de finalizar su segundo y último término de 4 años, se mostró satisfecho al indicar que desde que ordenó la inoculación para los empleados de la ciudad, el pasado 20 de octubre, hay 22.472 nuevos vacunados entre el personal.
Y la cifra, según De Blasio, “continúa creciendo” en una ciudad que fue el mayor foco de la enfermedad durante la primavera de 2020 y que encabezó durante mucho tiempo la lista de fallecimientos, con más de 55.000 en la actualidad.
“Queremos que todos hagan lo correcto: vacunarse. Cualquiera que no lo haya hecho hasta ahora, todavía existe la posibilidad de solucionarlo. Vacúnese, regrese al trabajo, porque necesitamos que todos hagan su trabajo y necesitamos que todos estén seguros”, afirmó.
Indicó, además, que un 84 % de los funcionarios de la Policía están vacunados frente al 70 % que había cuando emitió la orden, mientras que entre los bomberos la cifra es del 77 %, un alza con respecto al 58 % que había el pasado 20 de octubre en Nueva York.
Mientras que entre los empleados de limpieza, aumentó del 62 % a 83 % los que cumplieron el requisito para mantener su puesto de trabajo.
El principal sindicato de policías acudió sin suerte a los tribunales en un intento por frenar el mandato, que primero afectó a los maestros y empleados sanitarios en agosto y luego se extendió a otras agencias gubernamentales.
Según De Blasio, a pesar de estas bajas forzadas no hubo interrupciones en los servicios de la ciudad.