15 minutos. La mujer que llevó un cadáver en silla de ruedas a un banco de Río de Janeiro para retirar un préstamo a nombre del difunto fue acusada de vilipendio e intento de hurto mediante fraude.
Un empleado de la agencia bancaria grabó el momento exacto en que Erika de Souza Vieira Nunes se presentó con el hombre fallecido. La Policía Civil de Río de Janeiro la arrestó in flaganti y la acusó formalmente de los cargos.
Los hechos ocurrieron el martes en la tarde en Bangú, un barrio ubicado en la zona oeste de Río de Janeiro. La acusada, de 42 años, acudió al banco cargando en silla de ruedas el cadáver de Paulo Roberto Braga, de 68 años.
Vieira Nunes, sosteniendo la cabeza del cadáver para que no se desplomara, trató de concluir los trámites de un préstamo de 17 mil reales (3.333 dólares) que el hombre había solicitado virtualmente y poder retirar el dinero.
“Tío, tienes que firmar”
La mujer se defendió diciendo que era su sobrina y cuidadora y que estaba vivo cuando llegó a la sucursal bancaria. Sin embargo, los peritos afirmaron que, dada la rigidez y otros síntomas, Braga había muerto al menos 2 horas antes.
Al ver el grave estado de salud del solicitante del préstamo, los empleados del banco llamaron a los servicios de urgencia, que constataron la muerte.
“Tío, tienes que firmar. El señor tiene que firmar. Yo no puedo firmar por el señor. El señor tiene que agarrar el bolígrafo con fuerza y firmar aquí”, se oye decir a la mujer mientras mueve las manos del cadáver.
De acuerdo con el comisario de la Policía Civil Fábio Souza, se le solicitó a la Justicia que ordenara la detención permanente de la acusada e investigara si tenía cómplice.
