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Vapear está de moda, ¿pero a qué costo?

Sustituir el tabaco por químicos con mejor sabor no garantiza el dejar de fumar, y contrario a la opinión generalizada, puede representar un mayor riesgo sanitario

Hasta la fecha, se registran en los Estados Unidos (EEUU) 2.051 casos de lesión pulmonar asociados al uso de cigarrillos electrónicos (Imagen referencial/Pixabay)

15 Minutos. Todavía no aparece registrada en el Diccionario de la Lengua Española. A pesar de ello, fue la palabra del año 2014 según los Diccionarios Oxford del Reino Unido.

El vapeo ya le dio la vuelta al mundo y no por muy buenas razones. Está de moda, aunque se desconoce a ciencia cierta a qué costo.

El origen etimológico de esta práctica proviene del inglés vape, que significa inhalar nicotina u otras drogas transformando líquidos en vapor mediante calor. No requiere la utilización o quema de hojas de tabaco.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó prohibir este hábito moderno desde el año 2016 (Imagen referencial/Pixabay)

Estadísticas preocupantes

Hasta la fecha, se registran en los Estados Unidos (EEUU) 2.051 casos de lesión pulmonar asociados al uso de cigarrillos electrónicos.

De ese total de pacientes diagnosticados, 39 son víctimas fatales, registrándose en 24 estados de EEUU.

Las estadísticas son oficiales y están actualizadas. Fueron publicadas el pasado 7 de noviembre por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EEUU (CDC, por sus siglas en inglés).

“Muchos consideran que estos dispositivos electrónicos son menos perjudiciales para la salud que los tradicionales”. Así lo explica Nathalie Fuentes*, especialista de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU (NIH, por sus siglas en inglés), en entrevista exclusiva para 15 Minutos.

Sin embargo, la bioquímica egresada de la Universidad del Estado de Iowa aclara que para que la nicotina y el tetrahydrocannabinol (THC) de la marihuana sean inhalables por el ser humano, el dispositivo debe contener aceites que permitan la disolución y transportación de dichas sustancias.

“La inhalación de aceite y de partículas finas y ultrafinas de aerosol son extremadamente perjudiciales para la salud y los pulmones. Incluso, una exposición breve puede causar irritación en la garganta y los ojos, y causar tos y mareos”, precisa Fuentes, originaria de Puerto Rico.

Prevenir antes que lamentar

Parte de los síntomas del vapeo contemplados por los CDC incluyen tos, dificultad para respirar, dolor en el pecho, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, fiebre, escalofríos o pérdida de peso.

En vista de los riesgos, entre las recomendaciones de los CDC está evitar el uso de estos productos de cigarrillos electrónicos con THC. Asimismo, instan a las personas a no adquirir en la calle estos equipos, ni modificar o agregar ninguna sustancia que no haya sido aprobada por el fabricante.

“Debido a que aun no se conoce el componente o ingrediente específico que está causando las lesiones pulmonares, la única manera de asegurarse de que no esté en riesgo mientras continúa la investigación es que considere no usar ningún producto de cigarrillos electrónicos o vapeo”, afirman los CDC en su portal.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó prohibir este hábito moderno desde el año 2016.

Entretanto, el Gobierno de EEUU prepara “un proyecto de ley federal para retirar del mercado a la gran mayoría de los cigarrillos electrónicos con sabores que no son producto del tabaco”, asegura Fuentes.

Veto generalizado

China y la India igualmente trabajan para prohibir el vapeo en sitios públicos. Mientras que países como Nicaragua, Singapur y Qatar vetaron completamente esta nueva moda.

Por su parte, México y Argentina aseguran que en sus territorios ya detectaron casos.

El pasado 11 de noviembre, el diario mexicano El Universal reseñó el fallecimiento de un joven de 18 años, con antecedentes infantiles de asma, que vapeó durante diez meses. El deceso tuvo lugar en el Hospital Central “Dr. Ignacio Morones Prieto” en San Luis Potosí.

Asimismo, el diario argentino Los Tiempos sacó a relucir el caso de un hombre de 30 años. La Secretaría de Gobierno de Salud emitió una alerta por el paciente, que “comenzó con síntomas un mes antes a la fecha de consulta en el servicio de salud, con diagnóstico de proteinosis alveolar, requiriendo internación en terapia intensiva y asistencia respiratoria mecánica”.

En Venezuela, no existen estadísticas o estudios relacionados con las posibles complicaciones generadas por el vapeo en la salud respiratoria.

A pesar de esta realidad, Dolores Moreno, docente de la Cátedra de Fisiopatología de la Universidad Central de Venezuela (UCV), ve “con preocupación cómo la población joven cada vez más hace uso del vapeo”.

Ciencia en alerta

También sostiene que en la literatura médica de alto impacto “hay publicaciones recientes alarmantes sobre el daño pulmonar que causa”.

Destaca, por ejemplo, la investigación de la Universidad de Rochester, en Nueva York. Los científicos descubrieron niveles elevados de acetato de vitamina E en los pulmones de 29 pacientes internados con dificultades respiratorias derivadas.

“El acetato de vitamina E se anuncia como suplemento en el aceite de cannabidiol, el cual no está diseñado para el vapeo pero se ha utilizado de esa manera”, señala Fuentes. El artículo fue publicado en la revista The Lancet Respiratory Medicine.

Otro estudio, de Mayo Clinic Arizona, reveló un problema distinto al del acetato de vitamina E.

“Puede estar relacionado directamente con la exposición de químicos, gases venenosos y agentes tóxicos que causan inflamación de la vía respiratoria central del pulmón”, sostiene Fuentes, de los NIH. Los resultados fueron publicados en The New England Journal of Medicine.

Los más vulnerables

¿Cuál es la población que más vapea? De acuerdo con los CDC, el grueso de los usuarios oscila entre los 18 y 24 años de edad y son del sexo masculino.

“Un dato muy importante es que el número de estudiantes de secundaria y preparatoria que vapean va en aumento”, acota la bioquímica puertorriqueña.

Pasó de 3,6 millones de jóvenes en el 2018 a 5,3 millones en el 2019, una diferencia de 1,7 millones. Es decir, 1 de cada 10 estudiantes de secundaria y más de 1 de cada 4 estudiantes de preparatoria vapearon en el último mes.

“A los jóvenes les atrae el cigarrillo electrónico por su bajo precio, disponibilidad, diversidad de sabores y percepción de que son menos dañinos. Esperamos que esta práctica descienda, que la población se eduque y cree conciencia”, dice Fuentes.

A conveniencia


Las empresas tradicionales posiblemente sacarán ventaja de esta situación (Imagen referencial/Pixabay)

¿Las productoras de tabaco tradicionales estarán detrás de la “mala fama” de los cigarrillos electrónicos?

Tanto Fuentes (NIH) como Moreno (UCV) descartan esa posibilidad.

“El tema de la tabacaleras es álgido, pero se habla de que grandes tabacaleras han invertido en la industria de los cigarrillos electrónicos”, informa Moreno.

“Puedo decir que muchas de ellas han adquirido o comprado compañías que fabrican cigarrillos electrónicos”, sostiene Fuentes.

Como ejemplo, cita las cifras (de dominio público) de la inversión hecha por Marlboro en 2018 de $12,8 billones en Juul. “Juul es la compañía americana más grande de cigarrillos electrónicos”, agrega la especialista de los NIH.

Según Fuentes, no hay dudas de que las empresas tradicionales sacarán ventaja de esta situación.

La OMS no ha publicado un reporte internacional acerca de los casos de lesiones pulmonares asociadas al vapeo. Los ojos del mundo estarán sobre ello.

*Las opiniones vertidas en este artículo son responsabilidad de los autores en capacidad personal y no representan, necesariamente, el sentir de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), el Departamento de Salud y Servicios Humanos, o el Gobierno de los Estados Unidos

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