15minutos. El nuevo telescopio espacial de la NASA Spherex, puesto en órbita este martes, tiene como misión mapear todo el cielo como nunca antes: una mirada panorámica a cientos de millones de galaxias y su brillo cósmico compartido desde el principio de los tiempos.
SpaceX lanzó el observatorio Spherex desde California, poniéndolo en ruta para sobrevolar los polos terrestres. Acompañado por cuatro satélites del tamaño de una maleta, se encontraban para estudiar el Sol. Spherex despegó primero de la etapa superior del cohete, deslizándose hacia la oscuridad del espacio con la Tierra azul de fondo.
La misión Spherex, de 488 millones de dólares, tiene como objetivo explicar cómo se formaron y evolucionaron las galaxias a lo largo de miles de millones de años, y cómo el universo se expandió tan rápido en sus primeros momentos.
Más cerca de casa, en nuestra galaxia, la Vía Láctea, Spherex buscará agua y otros ingredientes de la vida en las nubes heladas entre las estrellas donde surgen nuevos sistemas solares.
El Spherex, de forma cónica y con un peso de 500 kilos, equivalente al de un piano de cola, tardará seis meses en cartografiar todo el cielo con sus ojos infrarrojos y su amplio campo de visión. Se planean cuatro estudios de cielo completo a lo largo de dos años, mientras el telescopio orbita el globo de polo a polo a 640 kilómetros de altura.
Spherex no verá galaxias con un detalle exquisito como los telescopios espaciales Hubble y Webb de la NASA, más grandes y elaborados, con sus estrechos campos de visión.
Además del telescopio, el cohete Falcon de SpaceX transportó desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg a cuatro satélites de la NASA llamados Punch. Desde sus órbitas polares independientes, los satélites observarán la corona solar (la atmósfera exterior) y el viento solar resultante.