15 minutos. La familia del legendario periodista Terry Anderson anunció su muerte a los 76 años de edad. Además de su admirable y valiente trabajo como reportero, pasó a la historia por pasar 2.454 días en cautiverio.
Anderson murió en su casa de Greenwood Lake, New York. Recientemente había sido operado del corazón.
“Lo vi hace una semana y mi pareja le preguntó si había algo pendiente en su lista de cosas que quisiera hacer. Respondió: ‘He vivido tanto y he hecho tanto. Estoy contento’”, dijo su hija Sulome Anderson, quien destacó que su padre nunca se consideró a sí mismo como un héroe, pese a que muchos han insistido en denominarlo así.
Como corresponsal en jefe de la agencia de noticias Associated Press (AP) fue testigo presencial de importantes hechos históricos. Trabajó en varias regiones del mundo como África, Asia y Medio Oriente.
Guarida de Leones
Terry Anderson cubrió la invasión israelí del Líbano de 1982. Tres años más tarde ocurriría un hecho que cambiaría su vida para siempre. Fue secuestrado por la milicia chií de Hezbolá. Pasó uno de los períodos (1985 a 1991) de cautiverio más largo para un estadounidense en el extranjero.
Narró su experiencia en su autobiografía Den of Lions (Guarida de Ladrones), publicada en 1993.
Anderson fue secuestrado el 16 de marzo de 1985 luego de jugar tenis con un compañero fotógrafo de AP. Después de dejar al amigo en su casa, un grupo de hombres armados se acercó a Anderson y lo sacó de su vehículo para raptarlo.

Durante el tiempo que fue rehén de Hezbolá, Anderson fue golpeado, encadenado a una pared, amenazado de muerte, encañonado en la cabeza con frecuencia y mantenido en confinamiento solitario durante largos periodos, de acuerdo con su libro.
Su liberación se dio luego de una intensa negociación liderada por el diplomático italiano de la ONU, Giandomenico Picco -quien también murió este año- y en la que también participó la Iglesia de Inglaterra.
Anderson logró rehacer su vida
Luego de su regreso a los Estados Unidos, Terry Anderson fue orador y profesor de periodismo en varias universidades, incluyendo la Universidad de Florida, de la que se jubiló en 2015. También, regentó un bar, dos restaurantes y un rancho de caballos.

En el año 2000, Anderson demandó a Irán ante la justicia estadounidense por su secuestro, que dictaminó que el régimen iraní estaba involucrado. El periodista recibió una compensación millonaria de los activos iraníes congelados en Estados Unidos.
“Terry estaba sumamente comprometido con el periodismo presencial sobre el terreno y demostró una enorme valentía y determinación, tanto en su periodismo como durante los años que permaneció cautivo”, dijo Julie Pace, vicepresidenta sénior y directora editorial de la Associated Press.