Los científicos descubrieron además un campo de emisiones termales del fondo marino en las Azores
Los investigadores encontraron comunidades enteras formadas por esponjas o corales de aguas profundas que forman las ciudades de las profundidades marinas (ATLAS Project)
30 de diciembre de 2020 6:46 PM | Con información de dpa
15 minutos. Identificaron a doce criaturas marinas nuevas para la ciencia en las profundidades del Atlántico Norte durante cinco años de estudio por el Proyecto ATLAS financiado por la UE.
Se trata de algas, moluscos y corales desconocidas porque el fondo marino está muy inexplorado. No obstante, podrían estar amenazados por el cambio climático, en particular por la acidificación resultado de la mayor absorción de CO2 por el océano.
Los científicos descubrieron además un campo de emisiones termales del fondo marino en las Azores. Los campos hidrotermales son áreas importantes de productividad biológica relativamente alta que albergan comunidades complejas en medio del vasto océano profundo.
El profesor George Wolff, de la Universidad de Liverpool, señaló: "Tenemos mejores mapas de la Luna y Marte que del fondo del mar. Así que siempre que vas a las profundidades del océano, encuentras algo nuevo, no solo especies individuales, sino ecosistemas completos".
El profesor Murray Roberts, de la Universidad de Edimburgo, dijo que casi cinco años de exploración e investigación revelaron algunos "lugares especiales" en el océano.
"Encontramos comunidades enteras formadas por esponjas o corales de aguas profundas que forman las ciudades de las profundidades marinas", explicó. "Son sustento de la vida. Así que los peces utilizan estos lugares como zonas de desove".
"Si son dañadas, esos peces no tienen dónde desovar y la función de dichos ecosistemas se pierde", comentó.
El proyecto ATLAS involucró a investigadores de 13 países alrededor del Atlántico, combinando el estudio de la química y la física del océano, además del descubrimiento biológico, para averiguar cómo cambia el entorno oceánico a medida que los humanos explotan más las profundidades para la pesca de criaturas marinas y la extracción de minerales.
El estudio de las corrientes oceánicas y las deposiciones de fósiles en el lecho marino reveló que las principales corrientes en el Atlántico norte se ralentizaron drásticamente en respuesta al cambio climático.
"Las implicaciones de eso son complicadas, pero potencialmente se están reduciendo las conexiones entre los ecosistemas", explicó el profesor Roberts, porque las corrientes oceánicas son las carreteras que unen diferentes hábitats en la inmensidad de las profundidades del océano.