15 minutos. El tradicional discurso de Navidad del rey Felipe VI provocó reacciones distintas en los partidos españoles, y mientras la derecha y centroderecha alabó sus palabras, las formaciones más de izquierda y los nacionalistas criticaron que no fuera explícito en condenar la situación de su padre.
Este año el mensaje del rey se esperaba con asías, además de por la situación que vive España por la pandemia de coronavirus, por los presuntos escándalos que se conocieron de Juan Carlos I.
Blanqueo de capitales
El antiguo jefe del Estado, fuera de España desde el pasado mes de agosto, está siendo investigado por la Fiscalía del Tribunal Supremo español por tres asuntos: por no haber declarado parte de sus ingresos a Hacienda, por un presunto delito de blanqueo de capitales y por un posible cobro de comisiones millonarias por las obras del tren de alta velocidad a La Meca (Arabia Saudí).
El presidente del conservador Partido Popular, Pablo Casado, elogió el mensaje de su hijo y actual monarca. Esto por enviar un mensaje de “esperanza y futuro” que a su juicio necesita España.
Reivindicó la labor del rey y la “ejemplaridad” que tras su proclamado planteó como guía, en un claro apoyo personal cuando se cuestiona la monarquía.
Por su parte, el PSOE (socialistas), partido que encabeza el Gobierno, valoró hoy el “firme compromiso” del rey con los valores éticos que los ciudadanos reclaman.
También confió en que Felipe VI siga adelante con la renovación de la institución monárquica iniciada desde el principio de su presidenta, Cristina Narbona.
Felipe VI centró su discurso de Nochebuena, el más simbólico y personal, en la situación de la pandemia. Además, en la necesidad de actuar juntos frente a la crisis económica.
Principios morales y éticos
Pero había una gran expectación por la referencia que haría a la situación de su padre. En los minutos finales de su discurso, Felipe VI apeló a la obligación de “todos sin excepciones” a cumplir “los principios morales y éticos”. A esos que “están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares”.
A continuación, marcó distancias entre lo que representó el reinado de Juan Carlos I y el suyo. Esto inspirado por el “espíritu renovador” “desde el primer día”, dijo.
Sin embargo, esta referencia fue criticada por los partidos de izquierda y los nacionalistas por vaga.
Desde Unidas Podemos, grupo de izquierda y republicano, que forma parte del Gobierno de coalición de España, su portavoz en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique, criticó que Felipe VI no hubiera condenado de forma explícita en su discurso de Navidad “las actividades corruptas” de Juan Carlos I ni su evasión fiscal y que tampoco hiciera una alusión explícita a su padre, que ostenta el título de rey emérito.
La situación que vive Juan Carlos I y las numerosas informaciones que se están conociendo en los últimos meses sobre su vida personal y sus finanzas está avivando el debate político en España sobre la viabilidad de la monarquía, encabezado por Unidas Podemos, que en este aspecto, marca diferencia con su socio de Gobierno, los socialistas, que no cuestionan la forma del Estado español.