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Según la filtración, el banco suizo tuvo como clientes "a personas cuyas situaciones problemáticas habrían sido obvias para cualquiera que pusiera sus nombres en un motor de búsqueda"
Las acusaciones surgieron de las informaciones publicadas por el periódico "The New York Times" (Cortesía Twitter @eluniversocom)
21 de febrero de 2022 12:03 PM | Por EFE
15 minutos. El banco suizo Credit Suisse salió a defenderse de las acusaciones de que por décadas guardó fortunas de personas ligadas a la corrupción.
La entidad afirmó que los hechos expuestos son "inexactos y sacados de contexto". Además, dijo que el 90 % de las cuentas que revisó frente a estas denuncias estaban cerradas o en proceso de cierre cuando fue informado de tales indagaciones.
Las acusaciones surgieron de las informaciones publicadas por el periódico The New York Times, que realizó esta investigación como parte de un consorcio de medio centenar de medios de comunicación. Con el apoyo de una ONG dedicada a la lucha contra la corrupción y el crimen organizado, pudo analizar los datos de 18 mil cuentas de Credit Suisse, el segundo mayor banco de Suiza.
Esas informaciones fueron transmitidas hace un año al diario alemán Süddeutsche Zeitung por una persona no identificada. Como consecuencia, se lanzó una investigación denominada "Secretos Suizos".
En una declaración desde su sede mundial en Zúrich (Suiza), Credit Suisse aseguró que los hechos presentados son predominantemente "históricos". Algunos datan de la década de 1940 y de manera general lo que se afirma "es parcial, inexacto o con información seleccionada puesta fuera de contexto, lo que resulta en interpretaciones tendenciosas de la conducta del banco".
Según la filtración, Credit Suisse abrió cuentas y tuvo como clientes en un periodo comprendido entre 1940 y la década de 2010 "a personas cuyas situaciones problemáticas habrían sido obvias para cualquiera que pusiera sus nombres en un motor de búsqueda" como Google.
El banco supuestamente desoyó alertas de sus propios empleados sobre actividades sospechosas de sus clientes. Entre ellos, acusados de corrupción en torno a la petrolera estatal de Venezuela y figuras gubernamentales en Oriente Medio. Incluso, altos funcionarios de Inteligencia de países colaboradores con Estados Unidos (EEUU) en la lucha contra el terrorismo.
El consorcio de medios se dirigió al banco para comunicarle la información que tenía entre manos. Esto llevó a la entidad a "revisar una gran cantidad de cuentas potencialmente vinculadas con los temas expuestos. Aproximadamente el 90 % de ellas están hoy cerradas o estaban en proceso de cierre antes de que se recibieran las peticiones de la prensa".
El banco señaló que un 60 % de todas esas cuentas se cerraron antes de 2015.
"Sobre el resto de cuentas activas, nos sentimos cómodos. Se ha actuado con la diligencia debida y se efectuaron controles conforme a nuestro marco actual. Seguimos analizando los hechos y tomaremos pasos adicionales si es necesario", aseguró.
Aunque señaló que toma las denuncias de forma seria y que continuará con sus investigaciones internas, la entidad financiera dijo que esto parece ser parte de un "esfuerzo concertado" para desacreditar no solo al banco, sino a la plaza financiera suiza, que ha aplicado profundos cambios en los últimos años.
