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El vestuario de Isabel II de Inglaterra, otra parte de su historia

En todos estos encuentros protocolares, así como en sus viajes oficiales y ceremonias relevantes vinculadas al ceremonial real, la reina ha marcado una pauta en cuanto vestuario, diseñado especialmente para ella

Vestido de noche en satén de seda blanco cubierto de encaje y bordado con cristales. Diseñado para la reina en el año del Jubileo de Diamante (Cortesía: Casa Real de Inglaterra)

15 minutos. Al celebrar sus 94 años, la reina Isabel II de Inglaterra se consolida como una verdadera leyenda. Por su reinado han pasado 14 primeros ministros y ha conocido a 12 presidentes de Estados Unidos (EEUU), siendo el primero Harry Truman y el último Donald Trump.

Siete papas que han ejercido su pastoral entran en la lista, siendo el primer pontífice con quien tuvo un encuentro Pio XII. En esos años, Isabel era princesa, todavía no había subido al trono. Con Juan XXIII, la visita sí tuvo la categoría de oficial. En esa oportunidad, el papa subrayó que su presencia culminaba, en la forma más feliz, la serie de manifestaciones de amistad entre el Reino Unido y la Santa Sede. También se reunió con Juan Pablo II, Benedicto XVI y por último con Francisco, quien tuvo que esperarla unos 15 minutos. Este último viaje sucedió en 2014.

El vestuario de Isabel II de Inglaterra, otra parte de su historia
El manto de terciopelo azul oscuro y forrado con satén blanco lo eleboraron Ede y Ravenscroft en 1947. Isabel II lo usa todos los años para el Servicio de la Orden de la Jarretera (Cortesía: Casa Real de Inglaterra)

En todos estos encuentros protocolares, así como en sus viajes oficiales y ceremonias relevantes vinculadas al ceremonial real, Isabel II ha marcado una pauta en cuanto vestuario, diseñado especialmente para ella.

Los nombres de los modistas Norman Harten, Ian Thomas, Stewart Parvin y Angela Kelly han trabajado en el diseño y la confección de sus vestidos. Mientras que, en materia de calzado, la tradicional marca Anello & Davide es la encargada de velar por la comodidad de los pies de la soberana. Isabell II lleva siempre zapatos cerrados, de tacón bajo y grueso. Esta firma confeccionó stilettos para Marilyn Monroe, así como calzado para Peter Ustinov, David Niven y, nada menos y nada más, que la botas de los Beatles. A juego con esos accesorios, aparece su inseparable cartera de la casa Launer, que desde hace 50 años llevan una forma parecida, cuadrada y con asa corta.

Ropa de un solo uso pero bien escogida

En cuanto al vestuario, muchos vestidos los utiliza solo para una ocasión especial y algunos de ellos han estado en exposiciones. Su traje de novia, diseñado por Norman Hartnell, se inspiró en la Primavera de Boticelli. Para su confección se utilizaron satén, encaje y tul; se bordaron unas 10.000 perlas blancas cuyo diseño se remarcó con hilo de plata. Hartnell realizó otros trabajos para damas de la realeza británica y recibió la distinción de Caballero Comendador de la Real Orden Victoriana. Hartnell también firmó uno de los vestidos de la coronación de Isabel II.

El vestuario de Isabel II de Inglaterra, otra parte de su historia
La reinterpretación del siglo XX de este estilo histórico es proporcionada por los bordados distintivos de Hartnell y paneles separados de tela sobre las caderas. Isabel II lo usó para la celebración del Centenario de la Sociedad de la Cruz Roja Británica el 9 de mayo de 1963 (Cortesía: Casa Real de Inglaterra)

Ian Thomas trabajó por un buen tiempo para la reina. Entre los trajes que realizó se recuerda el que estrenó para la boda de su hijo Carlos con Diana, además de otros modelos que llevó en su maleta en varios de los viajes oficiales.

Otro nombre vinculado al estilismo de Isabel II es Stewart Parvin, quien en estos días fue tema de conversación porque se ha sumado a la donación de batas médicas para los hospitales, confeccionadas en sus talleres. Uno de los trajes creados por Parvin para la reina fue el que llevó a la boda de su nieto Harry. Pero Parvin no solo ha cosido para la reina; también hay otras damas de la familia real que han solicitado su trabajo como modista. Una de ellas fue Zara Tildan, hija de la princesa Ana y nieta de Isabel, quien le confió su vestido de novia.

Y por último se encuentra Angela Kelly, quien no solo viste a la soberana británica, sino que también ha escrito un libro donde narra un poco la rutina de palacio, obra editorial que contó con la aprobación de su jefa. Kelly es la responsable, desde hace 25 años, del vestuario de Isabel II. En su libro, titulado The other side of the coin (El otro lado de la moneda), hace referencia a ciertas intimidades de Isabel II. Gracias a ella, nos enteramos que la monarca se maquilla sola, y para premiar el buen hacer de Kelly creó el cargo de Ayudante Personal, Asesora, y Comisaria de Joyería, Insignias y Vestuario. Una de los modelos de Kelly se vio en la Abadía de Westminster, el día de la boda de Kate y William; un traje amarillo.

Siempre en sintonía con la realidad

Si es cierto que Isabel II no sigue ninguna tendencia de la moda, también lo es que su vestuario, además de vincularse a los actos donde los usa, tienen que ver son su seguridad personal. De allí que abunden colores que puedan ser fáciles de distinguir, que su sombrilla sea transparente para verle el rostro y que el color que ella ha elegido no lo lleve otra persona.

También se ha comentado que muchas veces la eeina envía mensajes a través de sus atuendos. Por ejemplo, un vestido en color marfil y verde, los colores de Pakistán como un detalle de cortesía hacia el país. Otras veces esos mensajes se concentran en las joyas que selecciona.

Estos vestidos donde lo monocromático tiende a repetirse también han sido tema de exposiciones, como la que se montó en uno de los salones de Windsor con motivo de su cumpleaños número 90, que reunió una visión de Su Majestad la Reina a través de una colección de ropa de moda, que abarcó desde la infancia, en la década de 1930, hasta la actualidad.

Por otra parte, Isabel II siempre ha impulsado la moda británica. Por eso, sus vestidos fueron diseñados, confeccionados y elaborados con materiales británicos. La preocupación de la decana de los monarcas en el mundo por los temas de actualidad también se refleja en su vestimenta. El año pasado se dio a conocer su decisión de no usar pieles naturales sino sintéticas. De esta ,manera la reina se enrolaba en la corriente de protección a los animales.

Para Isabel II de Inglaterra, cada acción debe estar vinculada a un interés nacional. Vestirse no está fuera de esta consideración.

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