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Colección póstuma, el último adiós a Virgil Abloh

En París se presentó este trabajo que dejó inconcluso, pero que preservó su sentido de ver la vida y su estética

Las etiquetas y fronteras fueron nuevamente borradas por sus creaciones (Cortesía Louis Vuitton)

15 minutos. La puesta en escena para recibir la colección póstuma que el diseñador norteamericano Virgil Abloh elaboró para Louis Vuitton refleja su espíritu innovador e incorfomista.

En cada una de las piezas está su espíritu callejero, pero al mismo tiempo exclusivo, marcado por prendas comunes que, gracias a las telas que utiliza y a ciertas técnicas, las saca de un contexto rutinario para cargarlas con un halo de lujo y sofisticación.

Vuitton señaló que este desfile fue ejecutado en 8 partes, pues recogió el sentido de las colecciones del director artístico masculino entre 2018 y 2022, quien nunca se contentó con imaginar nuevas prendas y accesorios. Él buscaba desarrollar los valores humanos expresados en los códigos de la vestimenta y para implementar cambios más allá de la moda.

La casa de los sueños

Colección póstuma, el último adiós a Virgil Abloh
Ángeles que hablan de libertad (Cortesía Louis Vuitton)

En esta colección póstuma, Virgil Abloh retrató su visión de Vuitton que, para él, representaba diversidad, inclusión y unidad. Bautizó su propuesta con el nombre de Louis Dreamhouse y se llevó a cabo en el Carreau du Temple, antiguo mercado de telas de París.

Esta vez, muchos famosos acudieron a la pasarela para rendir un homenaje al creador de la firma Off-White.

La orquesta británica Chineke!, integrada por jóvenes de diversas minorías étnicas, interpretó, en esta oportunidad, las composiciones de Tyler, The Creator, quien se inspiró en conversaciones sostenidas con el diseñador. La dirección estuvo a cargo del venezolano Gustavo Dudamel y Benji B, mientras que el cuerpo de baile de Yoann Bourgeois demostraba su capacidad interpretativa.

Las etiquetas y fronteras fueron nuevamente borradas por sus creaciones, que no admiten sellos exclusivistas y que remiten a un sentido de la libertad. Por ese se vieron hombres con faldas y tules, así como ángeles que invitaban a volar.

Dreamhouse resumió 8 colecciones de Abloh, quizás por ello se encontraba un cierto surrealismo y esa visión infantil tan propia del creador, quien afirmaba que esa es una etapa cuando la percepción de las cosas no se ven afectadas por prejuicios.

La chispa que dejó

El color estuvo presente en la pasarela, espacio que compartió con el blanco. Las prendas deportivas se estamparon con las iniciales de la maison francesa y utilizó una grafía que admitía cierto sentido retro. Los cortes recuerdan los años 90.

Los trajes se elaboraron con seda y terciopelo en tonos vibrantes y el denim desteñido se estampó con el monograma de LV. Se vieron conjuntos con estampado floral. Los zapatos también llevaron su marca, pues se presentaron voluminosos, llamativos y no estuvieron exentos de color.

Un desfile que dejó en el recuerdo una frase de Virgil Abloh y que habla de su propia manera de concebir la vida: “La chispa no pertenece a nadie. Cuando todo acaba y nos quedamos sin tiempo, la dejamos atrás para que otros persigan sus propios sueños”. Y allí estaban sus colaboradores, adueñándose de esa chispa.

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